Las intensas lluvias dejaron sin vivienda temporal o definitiva a cerca de 19.700 personas, que fueron acomodadas en escuelas y gimnasios públicos.
Al menos 23 personas fallecieron como consecuencia de las fuertes lluvias que castigaron en los últimos días los empobrecidos estados del nordeste de Brasil, según los balances divulgados por la Defensa Civil.
Mientras que en el estado de Pernambuco el número de víctimas por los deslizamientos de tierras fue mantenido en 10, las autoridades de Alagoas informaron que hallaron 13 cuerpos de personas arrastradas por crecidas de los ríos y que buscan a otras 6 consideradas desaparecidas.
La Defensa Civil, en su último boletín, informó que el número de personas que tuvieron que abandonar sus viviendas en Alagoas por las inundaciones llegó a 53.123.
De las 13 víctimas en Alagoas, seis vivían en la ciudad de Uniao dos Palmares, cuatro en el municipio de Branquinha y los otros tres en Paulo Jacinto, Joaquim Gomes y Santana do Mundaú.
Tres de los desaparecidos son buscados en Santana de Mundaú, municipio que quedó prácticamente debajo de las aguas del río Mundaú.
Los bomberos están realizando las tareas de rescate de personas que quedaron aisladas con la ayuda de seis helicópteros.
"Además de nuestros tres helicópteros, estamos trabajando con dos de la Fuerza Aérea y otro de la Policía Federal de Carreteras. También estamos recibiendo ayuda de socorristas de otros estados", afirmo el coordinador de la Defensa Civil regional, coronel Neitonio Freitas.
El gobernador del estado de Alagoas, Teotonio Vilela Filho, declaró el estado de calamidad pública y anunció que el lunes viajará a Brasilia para solicitar ayuda del gobierno federal.
En el vecino estado de Pernambuco, en donde habían sido contabilizadas nueve víctimas por el fuerte temporal que castigó el estado entre la noche del jueves y la mañana del viernes, los bomberos hallaron el sábado el cuerpo de un joven de 19 años que estaba desaparecido tras haber caído a un río en la ciudad de Jaboatao dos Guararapes.
La mayoría de las víctimas en Pernambuco vivía en precarias viviendas en favelas de Recife, capital regional y mayor ciudad del nordeste brasileño, que fueron sepultadas por deslizamientos de tierras.
La mayor tragedia ocurrió en la noche del jueves en una barriada de la zona norte de Recife en un deslizamiento de tierra que sepultó la vivienda en que estaba una pareja con sus hijas de 3, 5 y 12 años.
Según Defensa Civil, las lluvias han provocado daños en al menos 49 municipios de Pernambuco, principalmente en 22 de los que integran la región metropolitana de Recife.
Las lluvias han dejado sin vivienda temporal o definitiva a cerca de 19.700 personas, que fueron acomodadas en escuelas y gimnasios públicos.
EFE
Mientras que en el estado de Pernambuco el número de víctimas por los deslizamientos de tierras fue mantenido en 10, las autoridades de Alagoas informaron que hallaron 13 cuerpos de personas arrastradas por crecidas de los ríos y que buscan a otras 6 consideradas desaparecidas.
La Defensa Civil, en su último boletín, informó que el número de personas que tuvieron que abandonar sus viviendas en Alagoas por las inundaciones llegó a 53.123.
De las 13 víctimas en Alagoas, seis vivían en la ciudad de Uniao dos Palmares, cuatro en el municipio de Branquinha y los otros tres en Paulo Jacinto, Joaquim Gomes y Santana do Mundaú.
Tres de los desaparecidos son buscados en Santana de Mundaú, municipio que quedó prácticamente debajo de las aguas del río Mundaú.
Los bomberos están realizando las tareas de rescate de personas que quedaron aisladas con la ayuda de seis helicópteros.
"Además de nuestros tres helicópteros, estamos trabajando con dos de la Fuerza Aérea y otro de la Policía Federal de Carreteras. También estamos recibiendo ayuda de socorristas de otros estados", afirmo el coordinador de la Defensa Civil regional, coronel Neitonio Freitas.
El gobernador del estado de Alagoas, Teotonio Vilela Filho, declaró el estado de calamidad pública y anunció que el lunes viajará a Brasilia para solicitar ayuda del gobierno federal.
En el vecino estado de Pernambuco, en donde habían sido contabilizadas nueve víctimas por el fuerte temporal que castigó el estado entre la noche del jueves y la mañana del viernes, los bomberos hallaron el sábado el cuerpo de un joven de 19 años que estaba desaparecido tras haber caído a un río en la ciudad de Jaboatao dos Guararapes.
La mayoría de las víctimas en Pernambuco vivía en precarias viviendas en favelas de Recife, capital regional y mayor ciudad del nordeste brasileño, que fueron sepultadas por deslizamientos de tierras.
La mayor tragedia ocurrió en la noche del jueves en una barriada de la zona norte de Recife en un deslizamiento de tierra que sepultó la vivienda en que estaba una pareja con sus hijas de 3, 5 y 12 años.
Según Defensa Civil, las lluvias han provocado daños en al menos 49 municipios de Pernambuco, principalmente en 22 de los que integran la región metropolitana de Recife.
Las lluvias han dejado sin vivienda temporal o definitiva a cerca de 19.700 personas, que fueron acomodadas en escuelas y gimnasios públicos.
EFE
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