A la toma de posesión asistirán siete presidentes latinoamericanos y el príncipe heredero de la Corona española, así como ministros y embajadores de todo el mundo.
Sebastian Piñera asumirá hoy la presidencia de Chile en una ceremonia que se anticipa austera, e iniciará una nueva etapa política tras 20 años de gobiernos de la Concertación con una gestión marcada por las consecuencias del terremoto del pasado 27 de febrero.
A la toma de posesión de Piñera, que se celebrará en el Congreso chileno, asistirán siete presidentes de países latinoamericanos y el príncipe heredero de la Corona española, así como ministros y embajadores de naciones de todo el mundo.
Uno de los primeros dignatarios en arribar a Santiago fue el heredero de la Corona española, el Príncipe Felipe de Borbón, quien transmitió el duelo del pueblo español por las víctimas del terremoto de 8.8 grados Richter.
De igual manera arribó el mandatario de Bolivia, Evo Morales, con un cargamento de 46 toneladas de leche para los damnificados que entregó en el mismo aeropuerto a la presidenta saliente, la socialista Michelle Bachelet, a quien le agradeció su "amistad y confianza".
Más tarde arribó el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, que deseó a Piñera "todos los éxitos en esta nueva etapa de la democracia" y expresó su "solidaridad" por las consecuencias del terremoto, que ha dejado medio millar de muertos y dos millones de damnificados.
También llegó a Santiago el presidente de Uruguay, José Mujica, de Paraguay, Fernando Lugo, y de Argentina, Cristina Fernández.
Además, este jueves está prevista la llegada de los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Perú, Alan García, quien ya visitó Chile la semana pasada para entregar ayuda humanitaria y entrevistarse con Bachelet.
Mientras que los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunciaron que no asistirán a la toma de posesión de Piñera.
Tras el acto el nuevo mandatario ofrecerá un almuerzo a los presidentes asistentes en la residencia de descanso de Cerro Castillo, en el balneario de Viña del Mar, que lejos de tener un tono protocolar adquirirá las formas de una comida de trabajo.
Por la tarde, se prevé que Piñera inicie oficialmente sus actividades como mandatario visitando la ciudad de Constitución, una de las más castigadas por el terremoto y posterior tsunami.
Cuando la saliente presidenta entregue a su sucesor la piocha, estrella que cierra la banda presidencial, del prócer Bernardo O`Higgins, significará el regreso de la centroderecha al poder de manera democrática, después de 52 años.
En la víspera de su investidura, Piñera sostuvo que su Gobierno trabajará sobre los avances dejados por la administración de Michelle Bachelet, pues "nunca es bueno creer que se parte de cero".
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