El expresidente de EE.UU. convivió con la mujer, le pidió matrimonio y finalmente la abandonó por quien es ahora su actual esposa, según una nueva biografía.
David J. Garrow ganó un premio Pulitzer tras escribir una biografía sobre Martin Luther King Jr. Este periodista ha publicado Rising Star, una nueva biografía de Barack Obama en la que cuenta detalles poco conocidos y entrevista a personas muy importantes cercanas al exmandatario.
Una de estas conversaciones la tuvo con Sheila Miyoshi Jager. La entonces jovencita de origen japonés y holandés fue una exnovia de Obama con quien vivió en Chicago durante sus estudios universitarios. Era el año 1986 cuando él le pidió matrimonio. En la ceremonia estuvieron presentes los padres de Miyoshi. Este hecho fue contado por la protagonista, según informó el diario ABC de España.
La pedida de mano. Sin embargo, ambas familias no vieron con optimismo la unión. ¿El motivo? Los estudiantes eran muy jóvenes, tenían apenas 23 años. Pese a la negativa, la relación continuó. "Obama tenía una profunda necesidad de ser amado y admirado. Dos años después se convirtió en una persona muy ambiciosa. Recuerdo que en 1987 ya tenía en su punto de mira ser presidente", contó la mujer que ahora es profesora en la universidad de Oberlin, Ohio.
Según relata el autor de la biografía, el expresidente era una persona despiadada y que tenía ambiciones políticas desmesuradas. Todas las decisiones que debió tomar durante sus años de estudio -incluso las del amor- tenían que ver con la meta de llegar a la política: una gobernatura, senaduría o la presidencia.
Visitas clandestinas. Para Obama era fundamental proyectar una identidad afroamericana por completo. Bajo esta premisa, empezó la búsqueda de una mujer que tuviese el perfil ideal para conseguir su objetivo. Entonces conoció a Michelle Robinson, su actual mujer. "La elección de su pareja estaba directamente relacionada con su decisión de continuar su carrera política", comentó Miyoshi.
Pese a que el exmandatario rompió con su novia e inició una relación con Michelle, no pudo olvidarla fácilmente. Algunos amigos contaron que tenía dudas porque amaba a una mujer pero tenía un destino que cumplir. Ya en el año 1990 y 1991, cuando mientras ya tenía una relación con su actual esposa, Obama se encontraba clandestinamente con Miyoshi. "Siempre me sentí mal por eso", dijo.
Para los años siguientes la comunicación fue escasa, apenas alguna carta o alguna breve llamada esporádica. La historia de amor entonces había terminado definitivamente.
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