Se trata del argentino Juan Carlos Días, quien embistió con un carro de golf a un niño de cuatro años.
Un hombre que trabajaba como guardia de seguridad en un barrio privado de las afueras de la capital argentina quiere comparecer ante la Justicia un año después de haber simulado su muerte para evitar un juicio por haber atropellado a un niño con un carro de golf, publicó hoy la prensa local.
La historia, de ribetes cinematográficos, tiene como principal protagonista a Juan Carlos Díaz, quien en marzo de 2005 causó graves lesiones a un niño de cuatro años al embestirlo con un carro de golf y arrastrarlo ocho metros, destacó el diario Clarín.
Tres años después, la causa por "lesiones culposas" llegó a juicio oral, pero un día antes del proceso los abogados de Díaz anunciaron que su cliente se había suicidado arrojándose a las vías del tren y presentaron como prueba un certificado de defunción de un "NN" (desconocido).
Después de notificarse de serias irregularidades en la causa, como que la familia de Díaz había reconocido el cadáver sin que se lo mostraran, el abogado de la familia del niño, Gregorio Dalbón, pidió un examen genético de los restos, que también fue fraguado para proteger al guardia de seguridad.
"Era todo muy raro. Detrás de Díaz, un hombre que no sabía leer, había toda una estructura que lo defendía. Finalmente llegamos a la conclusión de que el tipo marcaba casas para que fueran robadas. Lo protegieron porque delante de un tribunal podría llegar a decir todo lo que sabía", aseguró Walter Juan, padre del niño.
Luego de que se detectara la irregularidad del examen de ADN, el abogado querellante pidió la exhumación del cadáver, pero una nueva sorpresa le esperaba: en el lugar donde debía estar el cuerpo de Díaz apareció el de una mujer de 80 años fallecida en 2004.
"Todo el tiempo aparecían pruebas falsas", indicó Dalbón al recordar que recién el año pasado la Justicia emitió una orden de captura contra Díaz y fue a buscarlo a la provincia de Santiago del Estero, en el norte del país.
Allí continuaron las irregularidades, ya que la Policía encontró a un hombre que dijo llamarse Juan Carlos Díaz pero lo dejó libre después de que este les señalara que no tenía cuentas pendientes con la Justicia.
El pasado martes, cuando faltan tres meses para que la causa prescriba, Díaz presentó un pedido para ser eximido de prisión firmado por su nuevo abogado, Agustín García.
"Díaz fue aconsejado a desaparecer. Creo que se lo sugirieron sus antiguos empleadores. Quizás fue el títere de algo mayor. Ahora quiere presentarse para esclarecer todo", subrayó el letrado.
-EFE-
La historia, de ribetes cinematográficos, tiene como principal protagonista a Juan Carlos Díaz, quien en marzo de 2005 causó graves lesiones a un niño de cuatro años al embestirlo con un carro de golf y arrastrarlo ocho metros, destacó el diario Clarín.
Tres años después, la causa por "lesiones culposas" llegó a juicio oral, pero un día antes del proceso los abogados de Díaz anunciaron que su cliente se había suicidado arrojándose a las vías del tren y presentaron como prueba un certificado de defunción de un "NN" (desconocido).
Después de notificarse de serias irregularidades en la causa, como que la familia de Díaz había reconocido el cadáver sin que se lo mostraran, el abogado de la familia del niño, Gregorio Dalbón, pidió un examen genético de los restos, que también fue fraguado para proteger al guardia de seguridad.
"Era todo muy raro. Detrás de Díaz, un hombre que no sabía leer, había toda una estructura que lo defendía. Finalmente llegamos a la conclusión de que el tipo marcaba casas para que fueran robadas. Lo protegieron porque delante de un tribunal podría llegar a decir todo lo que sabía", aseguró Walter Juan, padre del niño.
Luego de que se detectara la irregularidad del examen de ADN, el abogado querellante pidió la exhumación del cadáver, pero una nueva sorpresa le esperaba: en el lugar donde debía estar el cuerpo de Díaz apareció el de una mujer de 80 años fallecida en 2004.
"Todo el tiempo aparecían pruebas falsas", indicó Dalbón al recordar que recién el año pasado la Justicia emitió una orden de captura contra Díaz y fue a buscarlo a la provincia de Santiago del Estero, en el norte del país.
Allí continuaron las irregularidades, ya que la Policía encontró a un hombre que dijo llamarse Juan Carlos Díaz pero lo dejó libre después de que este les señalara que no tenía cuentas pendientes con la Justicia.
El pasado martes, cuando faltan tres meses para que la causa prescriba, Díaz presentó un pedido para ser eximido de prisión firmado por su nuevo abogado, Agustín García.
"Díaz fue aconsejado a desaparecer. Creo que se lo sugirieron sus antiguos empleadores. Quizás fue el títere de algo mayor. Ahora quiere presentarse para esclarecer todo", subrayó el letrado.
-EFE-
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