Los menores recibieron clases de buceo ante una posible operación de rescate y pese a que están en buen estado de salud, aun no podrían sumergirse y nadar por el largo tramo de la cueva en la que permanecen atrapados.
El gobernador de la ciudad de Chiang Rai en Tailandia, Narongsak Ossottanakorn, anunció este viernes que los menores atrapados en una cueva al norte del país, aun no se encuentran en condiciones de bucear para proceder con la operación de rescate.
Al ser consultado sobre la posibilidad de que el rescate inicie esta noche, Ossottanakorn comentó que, si bien los menores podían caminar no podían ser sometidos a sumergirse.
“Los niños están aprendiendo a bucear. Vamos a tomar el mínimo riesgo posible, pero no podemos esperar hasta que comiencen las fuertes lluvias y empeore la situación (…) El rescate no será esta noche”, dijo el político tras reunirse con los menores.
Preparación
Los menores que fueron encontrados la noche del pasado lunes recuperaron fuerzas gracias a que los equipos de rescate les llevaron suplementos vitamínicos. De acuerdo con médicos que han logrado revisarlos no presentan ninguna complicación de salud.
Además, el pasado miércoles los menores iniciaron lecciones aceleradas de natación y buceo a fin de que estén aptos para una de las opciones para operación de rescate que manejan las autoridades.
La otra opción que manejan es cavar hoyos en los alrededores de la cueva para llegar a los menores y sacarlos en helicóptero. El más profundo de los agujeros hasta ahora tiene 400 metros; sin embargo, se cree que están a 600 metros.
Cuidados
Ante las preocupaciones por la aproximación de un temporal de lluvias se suma además el descenso de la cantidad de oxígeno dentro de la cavidad. Al respecto, el comandante de los buzos tailandeses, Apakorn Yookongkaew, dijo a los medios locales que buscan tender una tubería para proporcionar de aire a los menores y al adulto atrapados.
Pese a esto, las autoridades no han anunciado una fecha para el inicio de las operaciones que, aseguran, procederán de manera gradual, sacando primero a los niños en mejores condiciones físicas y psicológicas.
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