El buceo es el plan de urgencia que las autoridades quieren evitar; sin embargo, los rescatistas ya iniciaron el entrenamiento del grupo atrapado en la cueva para una evacuación exitosa.
Los niños y su entrenador de fútbol permanecen atrapados en una cueva de Tailandia desde hace 12 días. Los socorristas que ya brindan asistencia médica y entrenamiento de buceo al grupo, se han mostrado optimistas para el rescate; sin embargo, trabajan contra el tiempo varias posibilidades de evacuación.
Esperar descenso de las aguas
Esto permitiría a los niños salir a pie por la galería con un mínimo de tramos submarinos que habría que recorrer con máscaras de buceo, en inmersión.
Es la opción privilegiada por los equipos de rescate que, con la ayuda de ingenieros japoneses, pusieron en marcha un sistema de bombeo de las aguas para drenar la gruta lo más posible. "Nuestra principal misión sigue siendo el bombeo", precisó este jueves Narongsak Osotthakorn, jefe de la célula de crisis.
Buceo
Es el plan de urgencia que las autoridades quieren evitar. Pero si las aguas vuelven a subir por las lluvias anunciadas para este viernes, en temporada del Monzón, podrían verse obligadas a aplicar este tipo de evacuación. Por este motivo el grupo ya recibe clases de buceo.
"Urge porque potencialmente más lluvia podría inundar de nuevo la gruta, lo que haría que el rescate fuese mucho más complicado y peligroso", declaró Torsten Lechler, un alemán experto en buceo que forma parte de los socorristas. "Esta mañana hemos preparado los 13 equipamientos de buceo" para estar listos en caso de evacuación urgente, declaró el jueves el jefe de la célula de crisis.
"La gruta presenta desafíos importantes. Hay cero visibilidad, espacio reducido", explicó Matt Fitzerald, un buzo de la policía federal australiana. Consiguió bucear una parte del trayecto pero sin lograr llegar hasta el final.
Evacuación a través de un pozo vertical
También se ha estudiado esta alternativa. Los socorristas siguen buscando una vía de entrada desde la cumbre de la montaña que esté conectada o sea fácilmente conectable mediante perforación con la parte de la cueva donde están los niños.
"Estudiamos cada metro cuadrado para ver si uno de los pozos lleva a la cueva", dijo el gobernador.
Enviar a un niño
El gobernador menciona una técnica aplicada en otras ocasiones para generar confianza entre las víctimas más asustadas. Se trataría de enviar a un niño voluntario para que los socorristas puedan enseñar al grupo una prueba en imágenes de que llegó hasta el final y es posible.
Los socorristas tailandeses se plantean sacar "uno por uno", sin precisar el plazo entre las evacuaciones. Un buzo tardaría seis horas en volver a la gruta con una prueba, lo que significa que tiene que disponer de tiempo por delante.
En camilla
"Podemos ponerlos en una especie de camilla con una botella de oxígeno, una máscara completa y tirar de ellos hacia la salida flotando, sin que tengan que nadar. Es una técnica ya usada" en el pasado, sugirió Bill Whitehouse, vicepresidente del consejo británico de rescate en cuevas, consultado por la BBC.
Por el momento, los socorristas tailandeses no han mencionado esta posibilidad.
AFP
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