Autoridades informaron que la localidad de Christchurth es una zona de desastre total. Asimismo, temen que cifra de víctimas aumente en las próximas horas.
Al menos 65 personas han muerto en Christchurch, en el sur de Nueva Zelanda, a causa del seísmo de 6,3 grados que sacudió esta segunda mayor ciudad del país, informó el primer ministro, John Key.
"Christchurh es una zona de desastre total", dijo Key al canal One News.
"Estamos siendo testigos de uno de los días más negros de Nueva Zelanda", añadió el jefe del Gobierno poco después de llegar a la ciudad desde Wellington, la capital del país, para supervisar las tareas de rescate y de asistencia a los damnificados.
El temblor se produjo poco después del medio día a 5 kilómetros del centro de la ciudad y a 4 kilómetros de profundidad y fue seguido de una réplica de 4,5 grados, 15 minutos más tarde, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Según indicó en conferencia de prensa el director de Defensa Civil, John Hamilton, es probable que el numero de víctimas mortales aumente en las próximas horas a medida que avancen las labores de los equipos de rescate en los edificios derruidos o dañados.
El alcalde de la ciudad, Bob Parker, apuntó que se estima que al menos 200 personas continúan atrapadas en diferentes edificaciones de Christchur, donde residen unas 400 personas.
Al menos un cadáver fue extraído de un edificio de oficinas de cuatro plantas de la compañía Pyne Gould, situado en pleno centro de la ciudad y el que los bomberos trabajan para rescatar a cerca de una treintena de personas atrapadas entre los escombros, informó Radio Nueva Zelanda.
"Un número significante de hoteles se han derrumbado y, por lo que sabemos, hay gente atrapada", dijo el ministro de Defensa Civil, John Carter, a los periodistas.
En algunos tramos del pavimento de Chistchurch, el fuerte temblor causó socavones de hasta un metro de profundidad.
El alcalde confirmó que había sido declarado el estado de emergencia en la ciudad y que la Policía y el Ejército montaban un cordón de seguridad alrededor de la zona más afectada.
También las autoridades cerraron el aeropuerto de Christchurch, donde la sacudida averióo la red de telefonía.
En septiembre pasado, un seísmo de 7,2 grados golpeó Christchurch y causó decenas de heridos e importantes daños en infraestructuras públicas y edificios en el sur del país.
Desde entonces, esta parte del país ha sufrido numerosos temblores, el último de 4,9 grados en la escala Richter justo después de Navidad. EFE
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