La especie convierte a las arañas en 'zombis' que cumplen su voluntad y abandonan sus propias colonias. Investigadores publicaron en una revista los hallazgos sobre esta conducta, que calificaron de nunca antes vista.
(Agencia N+1 / Beatriz de Vera). Una especie de avispa recién descubierta en el interior de la Amazonía de Ecuador es capaz de transformar a una araña en un zángano similar un zombi, que abandona su colonia para cumplir con las órdenes de su nueva dueña. Esta historia real de terror microscópico es lo que se encontraron los investigadores de la Universidad de British Columbia (UBC, Canadá) que estudiaban en Ecuador los diferentes tipos de parásitos que viven en los nidos de las arañas Anelosimus eximius.
Los autores, que han publicado este hallazgo en Ecological Etomology, detallan el primer ejemplo de esta relación esclavista entre una nueva avispa de la especie Zatypota y una araña social Anelosimus eximiu. “Las avispas que manipulan el comportamiento de las arañas se han observado antes, pero no a un nivel tan complejo como este", según Philippe Fernández-Fournier, autor principal del estudio y ex alumno de maestría en el departamento de zoología de la UBC.
Utilizando datos recopilados en Ecuador para diferentes proyectos entre 2012 y 2017, los investigadores comenzaron a reconstruir el ciclo de vida de la avispa y su relación parasitaria con la araña. El experto se muestra sorprendido, además, porque la avispa consigue que la araña abandone su colonia, algo que pasa muy rara vez. Anelosimus eximiu es una de las aproximadamente 25 especies de arañas sociales en todo el mundo, que conviven en grandes colonias, cooperan en la captura de presas, comparten los deberes de los padres y rara vez se alejan de sus nidos.
El método
Aún no se sabe cómo las avispas hacen esto, pero los científicos creen que puede ser causada por una inyección de hormonas que hacen que la araña piense que está en una etapa diferente de la vida o que se disperse de la colonia.
Lo que encontraron fue a partes iguales fascinante y horroroso: después de que una avispa hembra adulta pone un huevo en el abdomen de una araña, la larva eclosiona y se adhiere al huésped. Luego, presumiblemente, se alimenta de la hemolinfa, parecida a la sangre de la araña, que se hace más grande y toma el cuerpo lentamente. La araña ahora "zombificada" sale de la colonia y espera pacientemente a ser asesinada y consumida.
Después de darse un festín con la araña, la larva entra en su capullo protegido, emergiendo completamente formada de nueve a once días después. "La avispa secuestra completamente el comportamiento y el cerebro de la araña y hace que haga algo que nunca haría, como dejar su nido y girar una estructura completamente diferente. Eso es muy peligroso para estas arañas pequeñas", explica Samantha Straus, coautora del estudio.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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