Un buque de asalto anfibio y un submarino de la Flota de Rusia del Mar Negro resultaron dañados en el puerto de Sebastopol tras una ataque de Ucrania, mientras el presidente ruso Vladímir Putin, se reunió con el líder norcoreano, Kim Jong-un.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania asestaron en la madrugada del miércoles un nuevo golpe a la flota rusa en Crimea con un ataque con misiles contra Sebastopol que, según Kiev, habría dañado un barco de asalto anfibio y un submarino, en una jornada marcada en Rusia por la visita del líder norcoreano, Kim Jong-un.
“Un buque de desembarco menos y un submarino menos”, ha declarado a medios de su país el representante de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Andrí Yusov, que agregó que la operación, reivindicada horas antes por la Fuerza Aérea de Ucrania, es parte del “trabajo” de Kiev para “liberar la península ucraniana de Crimea”.
Fuentes anónimas del GUR habían identificado antes el buque Minsk y el submarino Rostov del Don como las naves rusas que Ucrania habría dejado fuera de combate en las primeras horas del miércoles.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso reconoció que Ucrania alcanzó un astillero de este puerto de Crimea en el que se construyen y reparan embarcaciones para la Flota rusa del Mar Negro.
Siete de los diez misiles lanzados por las fuerzas de Kiev habrían sido interceptados por las defensas de Rusia que, según la versión de Moscú, no pudieron evitar que dos buques que estaban siendo reparados en el puerto resultaran dañados.
Los barcos alcanzados “será reparados por completo” y volverán a entrar en servicio, según las autoridades rusas.
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Cita en Siberia
Más de 8 000 kilómetros al noreste de Sebastopol, en la región siberiana de Amur del lejano oriente de Rusia, el presidente ruso, Vladímir Putin, recibió hoy a su homólogo norcoreano, Kim Jong-un.
La cita sirvió para que el tercer líder supremo de la dinastía comunista que rige el país asiático desde 1948 ofreciera al Kremlin todo su apoyo en su “lucha santa” contra Occidente.
Ambos mandatarios se comprometieron, además, a reforzar su cooperación ante las sanciones occidentales contra los dos países.
Uno de los sectores prioritarios para Putin y Kim es el militar, lo que hace pensar a algunos analistas occidentales que Rusia esta buscando recibir de Corea del Norte munición para artillería y misiles para utilizarlos contra Ucrania.
La visita fue seguida de cerca por la inteligencia militar ucraniana. Su representante que más se prodiga en los medios, Andrí Yusov, dijo tener constancia de que Putin ha pedido armas a Corea del Norte.
Para el agente ucraniano, esto es una prueba de los “graves problemas” de suministro de armamento que estaría atravesando el Ejército ruso. Yusov reconoció que la llegada de armas norcoreanas a Ucrania sería “una mala noticia” para Ucrania, aunque pidió no dramatizar.
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“También podría intensificar el apoyo del mundo libre y de los países democráticos a Ucrania”, afirmó en declaraciones a la web ucraniana "Freedom".
Más ataques al sector del grano
Como muchas otras jornadas desde mediados de julio, cuando Rusia dio por terminado el acuerdo del grano, el miércoles comenzó con un ataque masivo ruso, en el que empleó más de 30 drones suicidas iraníes, contra los puertos del Danubio de Reni e Izmaíl, en la región de Odesa.
“Edificios administrativos, almacenes de cereal, depósitos de combustible y vehículos de motor resultaron dañados. Siete conductores fueron hospitalizados en estado grave”, dijo sobre el ataque el ministro de Infraestructuras ucraniano, Alexander Kubrakov.
Según Kubrakov, Rusia ha dañado o destruido 105 objetos de infraestructura portuaria ucraniana desde que se retirara del acuerdo del grano, por el que Moscú se comprometió durante un año con Turquía y la ONU a garantizar la salida de cereal por tres puertos ucranianos del Mar Negro.
“Como consecuencia de estos ataques contra los puertos del Danubio y del bloqueo de los puertos de mar, las exportaciones de grano a Asia, África y Europa se han reducido casi tres millones de toneladas por mes”, dijo el ministro.
Kubrakov recordó que el Danubio es en estos momentos la única salida para los barcos que exportan productos agrícolas. “Si no los protegemos con sistemas de defensa aérea potentes”, advirtió, las consecuencias para la seguridad alimentaria de varias zonas del mundo “serán mucho peores”.
(Con información de EFE).
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