Los siete disidentes excarcelados por el gobierno de su país afirmaron que representan "el inicio de un camino que puede ser el comienzo de un cambio" en Cuba.
Siete disidentes cubanos que llegaron a España después de ser excarcelados por el Gobierno de su país, afirmaron que ellos representan "el inicio de un camino que puede ser el comienzo de un cambio" en Cuba.
Así lo manifestó Ricardo González Alfonso en su nombre y en el de sus compañeros Léster González, Omar Ruiz, Antonio Villarreal, Julio César Gálvez, José Luis García Paneque y Pablo Pacheco, poco después de llegar a Madrid.
Estos siete presos políticos recién liberados por el Gobierno de Cuba aseguraron que su viaje a España es el inicio de una nueva etapa en su lucha por Cuba, y expresaron su esperanza de que quienes quedan en la Isla puedan gozar de las mismas libertades de las que disfrutan ellos ahora.
González destacó que estas excarcelaciones "no son, ni muchísimo menos, el último paso", y agregó que gracias a la participación de la Iglesia cubana, encabezada por el cardenal Jaime Ortega, y al "acompañamiento del Gobierno español", el diálogo con el régimen castrista terminará con la liberación de todos los presos.
En este sentido, Gálvez, que leyó un comunicado conjunto, recordó que la apertura de este diálogo ha sido posible gracias a la lucha de miles de cubanos en aras de la libertad, la democracia y la paz.
Los disidentes mencionan especialmente en el comunicado el "martirio de Orlando Zapata", al disidente Gonzalo Fariñas, que mantuvo una huelga de hambre durante 135 días, y la "fe inquebrantable de las Damas de Blanco (familiares de los presos políticos) y del exilio".
Orlando Zapata era un albañil, disidente y preso político, que fue detenido en 2003 y murió el 23 de febrero pasado, a los 37 años, después de una huelga de hambre que mantuvo durante 85 días.
Ricardo González negó que este primer grupo de excarcelados se sienta manipulado y aclaró que en todos los procesos de diálogo se producen cesiones, aunque dejó claro que su actitud en la cárcel fue la de no ceder.
Ahora -añadió-, "cada uno ha tomado el camino que ha considerado conveniente", en relación a los liberados que han decidido no abandonar Cuba.
"Para nosotros, el exilio es una prolongación de la lucha y se puede luchar de muchas formas", dijo González, quien considera que "una palabra recorre Cuba y es la palabra cambio, que cada uno interpreta desde un punto de vista diferente. Significa libertad, no sólo la nuestra, sino la de todos los cubanos".
Estos siete presos excarcelados tras más de siete años de cautiverio forman parte del grupo de 75 ciudadanos críticos con el Gobierno de la Isla que en abril de 2003 fueron condenados a largas penas de prisión por atentar contra la soberanía e independencia del Estado, conspirar con Estados Unidos y socavar los principios de la revolución.
Según el Ministerio español de Asuntos Exteriores, hasta el momento son veinte los disidentes que han comunicado el deseo de viajar a España, al menos de forma transitoria.
El Gobierno cubano se ha comprometido a liberar a 52 presos de forma gradual en un plazo de cuatro meses. EFE
Así lo manifestó Ricardo González Alfonso en su nombre y en el de sus compañeros Léster González, Omar Ruiz, Antonio Villarreal, Julio César Gálvez, José Luis García Paneque y Pablo Pacheco, poco después de llegar a Madrid.
Estos siete presos políticos recién liberados por el Gobierno de Cuba aseguraron que su viaje a España es el inicio de una nueva etapa en su lucha por Cuba, y expresaron su esperanza de que quienes quedan en la Isla puedan gozar de las mismas libertades de las que disfrutan ellos ahora.
González destacó que estas excarcelaciones "no son, ni muchísimo menos, el último paso", y agregó que gracias a la participación de la Iglesia cubana, encabezada por el cardenal Jaime Ortega, y al "acompañamiento del Gobierno español", el diálogo con el régimen castrista terminará con la liberación de todos los presos.
En este sentido, Gálvez, que leyó un comunicado conjunto, recordó que la apertura de este diálogo ha sido posible gracias a la lucha de miles de cubanos en aras de la libertad, la democracia y la paz.
Los disidentes mencionan especialmente en el comunicado el "martirio de Orlando Zapata", al disidente Gonzalo Fariñas, que mantuvo una huelga de hambre durante 135 días, y la "fe inquebrantable de las Damas de Blanco (familiares de los presos políticos) y del exilio".
Orlando Zapata era un albañil, disidente y preso político, que fue detenido en 2003 y murió el 23 de febrero pasado, a los 37 años, después de una huelga de hambre que mantuvo durante 85 días.
Ricardo González negó que este primer grupo de excarcelados se sienta manipulado y aclaró que en todos los procesos de diálogo se producen cesiones, aunque dejó claro que su actitud en la cárcel fue la de no ceder.
Ahora -añadió-, "cada uno ha tomado el camino que ha considerado conveniente", en relación a los liberados que han decidido no abandonar Cuba.
"Para nosotros, el exilio es una prolongación de la lucha y se puede luchar de muchas formas", dijo González, quien considera que "una palabra recorre Cuba y es la palabra cambio, que cada uno interpreta desde un punto de vista diferente. Significa libertad, no sólo la nuestra, sino la de todos los cubanos".
Estos siete presos excarcelados tras más de siete años de cautiverio forman parte del grupo de 75 ciudadanos críticos con el Gobierno de la Isla que en abril de 2003 fueron condenados a largas penas de prisión por atentar contra la soberanía e independencia del Estado, conspirar con Estados Unidos y socavar los principios de la revolución.
Según el Ministerio español de Asuntos Exteriores, hasta el momento son veinte los disidentes que han comunicado el deseo de viajar a España, al menos de forma transitoria.
El Gobierno cubano se ha comprometido a liberar a 52 presos de forma gradual en un plazo de cuatro meses. EFE
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