Las 16,9 toneladas de fuegos que fueron lanzadas desde diez barcazas ancladas frente a las arenas de Copacabana iluminaron el cielo por cerca de 14 minutos con figuras de diferentes colores y a diferentes alturas.
El Reveillon, como es conocida la tradicional fiesta de Año Nuevo que la ciudad brasileña de Río de Janeiro organiza en su icónica playa de Copacabana, atrajo la noche del lunes a un récord de 2,8 millones de cariocas y turistas, según las cifras divulgadas por la municipalidad.
El número de personas que inundó las arenas de la playa más famosa de Brasil superó el récord de 2,5 millones de asistentes a la fiesta de bienvenida de 2018.
Los números confirman a la fiesta de año nuevo de Río de Janeiro como una de las mayores del mundo. "Superamos Orlando y Miami en términos de recepción de turistas para grandes eventos. Los números comprueban el deseo de los visitantes de conocer Río y participar en la fiesta", conmemoró el presidente de la empresa pública de promoción turística Riotur, Marcelo Alves.
Fuegos artificiales
Los participantes, en su mayoría vestidos de blanco como manda la tradición, pudieron disfrutar desde la tarde del lunes hasta la madrugada de este martes de varios espectáculos musicales en diferentes tarimas montadas a lo largo de la playa, así como de un show de fuegos de artificio.
Las 16,9 toneladas de fuegos que fueron lanzadas desde diez barcazas ancladas frente a las arenas de Copacabana iluminaron el cielo por cerca de 14 minutos con figuras de diferentes colores y a diferentes alturas.
Otro espectáculo fueron las inéditas proyecciones hechas sobre el Cristo Redentor que domina el cerro del Corcovado, una atracción turística que puede ser vista desde casi toda la ciudad, en las que se podían leer mensajes de paz y esperanza.
Entre quienes acudieron a la playa de Copacabana destacaron los seguidores de las religiones afrobrasileñas para ofrecer sus homenajes a Iemamjá, la diosa de las aguas.Por eso, en medio de las mesas, carpas, toldos y cercados montados por las familias en las arenas para acudir a la fiesta, también fue posible ver los montículos en la arena organizados en forma de ofrendas con velas, flores, alimentos y botellas de licor para Iemanjá. (EFE)
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