El derrocado mandatario de Honduras aseguró que no quiere ni acepta asilo político ´de ningún país ni de nadie´.
El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, confirmó que se ha estado negociando con el Gobierno de facto un salvoconducto para abandonar el país, que aún no tiene, pero aseguró que no quiere ni acepta asilo político "de ningún país ni de nadie".
"Yo no pido, no solicito, no quiero, no acepto asilo político, absolutamente, de ninguna sociedad de ningún país ni de nadie", afirmó Zelaya a Radio Globo, que inicialmente difundió la versión sobre su salida, de la que se hizo eco el resto de la prensa nacional.
No obstante, "eso no me limita a mí las posibilidades de poder salir, de poder viajar o poder salir en mi investidura siempre de presidente de los hondureños, pero no es un asilo", matizó.
Sobre la autorización para salir del país, el mandatario derrocado confirmó que "eso es lo que se ha estado hablando desde hace varios días, desde hace bastantes horas".
"Pero yo no puedo pronunciarme ahora porque yo no tengo ningún salvoconducto, ningún documento, ningún tipo de declaración oficial del Gobierno de facto, y hasta que no lo tenga no puedo pronunciarme al respecto", apuntó.
"No tenemos ninguna evidencia, ningún documento que nos certifique que hay alguna autorización para salir en este caso del país y mientras no lo tengamos no nos podemos pronunciar sobre ello", reiteró.
Zelaya insistió en que él sigue siendo el presidente legítimo de Honduras y que su mandato termina el 27 de enero del 2010.
"Todavía no tengo ningún documento o que tenga evidencia para mí, que yo lo haya tenido a mi vista, por el permiso para poder circular dentro del país y poder hacer gestiones fuera del país", insistió.
EFE
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