Snethemba Dlamini murió a manos de sus tías en marzo de 2012 en la ciudad de Durban, en la costa este del país, después de que una de ellas la acusara de rendir culto al diablo.
El Tribunal Supremo sudafricano ha condenado a cadena perpetua a las dos mujeres que acabaron con la vida de su sobrina de 14 años mientras le practicaban un exorcismo, informa el diario Sowetan.
Snethemba Dlamini murió a manos de sus tías en marzo de 2012 en la ciudad de Durban, en la costa este del país, después de que una de ellas la acusara de rendir culto al diablo, que supuestamente la poseía, y decidieran realizar un ritual para acabar con la posesión.
"Dlamini fue sujetada mientras Faku -una de las tías- le extraía los intestinos y sus órganos genitales a través de la cavidad vaginal, utilizando un cuchillo y sus propias manos", dijo tras el juicio la portavoz de la Fiscalía, Natasha Kara.
Las dos tías, las hermanas Fundiswa Faku y Lindelwa Jalubane, de 33 y 38 años, que han sido condenadas por un delito de asesinato premeditado, llevaron a cabo una ceremonia de purificación en la que torturaron a la adolescente durante tres días.
Snethemba Dlamini fue encontrada muerta con los intestinos en el suelo junto a su cuerpo.
En el macabro rito participaron también las dos hijas de una las tías de la víctima, que fueron condenadas a 12 años de prisión cada una.
"Es un caso clásico de fe ciega. ¿Cómo pueden cuatro mujeres adultas creer que ayudarán a alguien desmembrando su cuerpo?", afirmó el consejero de Desarrollo Social del Gobierno regional de KwaZulu-Natal, Weziwe Thusi.
Thusi se mostró satisfecho con la sentencia, que en su opinión envía un mensaje claro: "La violencia contra los niños es violencia contra los niños, y no hay ninguna excusa que lo justifique", dijo.
El satanismo es una creencia muy extendida entre las clases sociales más desfavorecidas de Sudáfrica y combina elementos de la cultura popular africana con otros procedentes de las nuevas iglesias evangélicas.
La Policía sudafricana es uno de los pocos cuerpos del mundo que cuenta con una "Unidad para Crímenes Relacionados con el Ocultismo", que se ocupa de los numerosos casos de satanismo y otros fenómenos similares que ocurren en el país.
EFE
Comparte esta noticia