Kim Yo-jong, hermana del líder Kim Jong-un, rechazó el envío de delegados sureños al Norte para dialogar y tratar de desactivar la tensión.
Tras destruir en la víspera la oficina de enlace intercoreana, Pyongyang rechazó hoy dialogar con el Sur y anunció el reenvío de tropas a la frontera, subrayando su voluntad de reactivar las tensiones y forzar una negociación sobre relajación de sanciones.
En un comunicado difundido por la agencia estatal KCNA, Kim Yo-jong, hermana del líder Kim Jong-un, rechazó el envío de delegados sureños al Norte -una oferta que Seúl aún no había hecho pública- para dialogar y tratar de desactivar la tensión.
Kim Yo-jong, asegura la nota, "hizo saber nuestra postura de que rechazamos de plano la propuesta siniestra y carente tacto".
KCNA publicó a su vez otro comentario en el que Kim Yo-jong calificó de "repugnante" un discurso pronunciado el lunes por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, con motivo del 20 aniversario de la primera cumbre intercoreana en el que instó al Norte a no dar marcha atrás en el acercamiento.
Kim aseguró que las palabras de Moon estaban cargadas de excusas y que no se disculpó por el envío de panfletos de propaganda contraria al régimen por activistas desde el Sur, motivo por el cual Pyongyang asegura que ha optado por cortar lazos con Seúl, al que ya la semana pasada calificó de "enemigo".
La oficina presidencial surcoreana, que hasta ahora había mostrado casi siempre un perfil muy flexible y tolerante con Pyongyang -hasta el punto de ser criticado por denunciar a los activistas que envían de globos-, decidió hoy replicar con dureza.
"Carece de sentido este menosprecio realizado en un tono muy grosero y sin comprender el propósito (de la oferta de diálogo)", dijo en rueda de prensa el portavoz de la oficina presidencial surcoreana, Yoon Do-han.
Yoon criticó además la "falta de etiqueta" del Norte a la hora de hacer pública la oferta de diálogo surcoreana y aseguró que Seúl no tolerará "más de esta retórica indiscreta" que "básicamente daña" la confianza mutua.
Por su parte, y visto que las relaciones intercoreanas están ahora mismo en su peor punto desde hace más de dos años, el ministro de Unificación, Kim Yeon-chol, puso hoy su cargo a disposición de la oficina presidencial surcoreana al estimar que no ha logrado mantener el acercamiento cosechado a lo largo de 2018, pero no se ha informado aún si esa renuncia ha sido aceptada. (EFE)
Comparte esta noticia