El presidente de Filipinas recurrió al 'affaire' del expresidente Bill Clinton para responder a las críticas que le hizo Chelsea por sus bromas acerca de violaciones.
Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas, recurrió este miércoles al caso Lewinsky para responder a las críticas de Chelsea Clinton. La empresaria e hija del expresidente estadounidense Bill Clinton había criticado unas declaraciones suyas donde bromeaba sobre violaciones.
"Cuando el presidente Clinton tenía relaciones con Lewinski, ¿cuál fue tu comentario o reacción?", dijo Duterte, en un discurso retransmitido por la cadena local ABS-CBN. El presidente filipino, conocido por sus declaraciones polémicas, hizo una broma acerca de la violación el pasado sábado con motivo de la declaración de la ley marcial en el sur del país. "Asumiré la responsabilidad e iré a la cárcel por ustedes si violan a tres mujeres", dijo sobre los soldados desplegados en Mindanao, donde combaten a grupos islamistas.
La polémica. Chelsea Clinton le dedicó en respuesta el siguiente tweet: "Duterte es un matón asesino sin respeto alguno por los derechos humanos. Es importante seguir señalando eso y que la violación nunca es una broma". El presidente dijo este miércoles que su comentario del sábado solo pretendía ser "sarcástico" en su discurso, en el que trataba de expresar su apoyo a las tropas filipinas que combaten a yihadistas en la ciudad sureña de Marawi, al oeste de Mindanao.
La primera broma del presidente filipino con el delito de violación fue en abril de 2016, durante la campaña electoral que le permitió ganar en junio de ese año la presidencia. Tras resaltar la belleza de la misionera australiana Jaqueline Hamill -violada por varios hombres y asesinada en un motín en una cárcel de Davao, en el sur del país (1989)-, dijo que lamentaba no haber sido el primero en abusar de ella. "Era tan guapa... ¡El alcalde debió haber sido el primero!". El alcade en esa época era él.
El caso Lewinsky. Bill Clinton, esposo de la excandidata Hillary Clitnon, gobernó Estados Unidos entre 1993 y 2001. En 1995, Monica Lewinsky (22) fue contratada como interna en la Casa Blanca y luego como de la oficina de Asuntos Legislativos. Entre 1995 y 1997, tuvo un affaire con el mandatario en la Casa Blanca. En esa época, Chelsea Clinton tuvo entre 15 y 17 años.
El escándalo salió a luz cuando una compañera de trabajo a la que le había contado sobre su relación con el presidente, Linda Tripp, filtró las grabaciones de sus conversaciones a la prensa. Clinton negó bajo juramento los cargos como parte de un juicio por otro caso de supuesto abuso sexual. Pese a que el jurado no lo halló culpable de perjurio, el Congreso inició un proceso de destitución en su contra, pero no prosperó. EFE
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