En un templo, Obama intentó estrechar la mano de unos jóvenes con túnicas, pero fue informado de que el saludo no es habitual. Por ello, se tomó una foto con el grupo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó a Laos, como parte de su gira por Asia. En este país visitó un centro de rehabilitación para víctimas de las bombas que EE.UU. arrojó en esta nación durante la Guerra de Vietnam. Su presencia se da un día después de elevar la ayuda al país asiático para retirar explosivos sin detonar. El mandatario estadounidense aprovechó su tiempo libre para recorrer calles y templos.
Conoció la cultura local. Para consolidar lazos bilaterales y conocer más la cultura local, el presidente de EE.UU. visitó templos y mercados. Es así que llegó hasta el Templo de la Ciudad Dorada, en el complejo Wat Xieng Thong, ubicado Luang Prabang. Aquí se tomó una sola foto con un grupo de jóvenes vestidos con túnicas. No pudo saludarlos ya que no es habitual en la zona.
Descalzo y bebiendo de un coco. Obama tuvo que quitarse los zapatos para recorrer un templo. Al salir de un local, caminó bebiendo de un coco. La imagen, que no pasó desaprecibida, se viralizó rápidamente en redes sociales.
Lamentó guerra. El mandatario estadounidense asiste en Laos a una reunión de los países del Sudeste Asiático. DUrante su estadía visitó una cooperativa financiada por EE.UU. que ofrece prótesis y apoyo a personas discapacitadas, y destacó que esa guerra afectó a los laosianos más allá del campo de batalla, según un comunicado de la Casa Blanca. "Durante las últimas cuatro décadas el pueblo de Laos ha vivido bajo la sombra de la guerra".
Ayuda económica. Obama aprovechó su visita a Laos, la primera de un presidente estadounidense al país, para anunciar una aportación de 90 millones de dólares para los próximos tres años dirigida a financiar la retirada de explosivos, lo que casi dobla lo invertido en las dos últimas décadas. Es una "obligación moral".
Bombas. Laos aún arrastra el legado de los más de dos millones de toneladas de bombas que la aviación estadounidense lanzó entre 1964 y 1973 en una operación secreta, lo que convirtió a este país en el más bombardeado de la historia. Miles de artefactos sin estallar siguen enterrados en varias provincias laosianas, donde miles de personas han muerto o han resultado heridas desde el final de la guerra a causa de ellos.
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