El hecho ocurrió en un zona de Indonesia donde rige la 'sharia' o ley islámica y donde son considerados delitos mantener relaciones extramaritales sin estar casados, y beber o comerciar con alcohol.
Cinco parejas recibieron entre 10 y 20 golpes con una vara de madera como castigo por verse a solas sin estar casados en la provincia de Aceh, la única de Indonesia que se rige bajo la "sharía" o ley islámica.
El castigo se ejecutó en un escenario en el exterior de la mezquita en la calle Tengku Abdurrahman de la capital provincial, Banda Aceh, y ocho de los condenados recibieron cuatro azotes menos debido al tiempo que pasaron detenidos, según presenció un fotógrafo de la agencia Efe.
Cuatro parejas fueron acusadas de "ikhtilat", o mantener relaciones afectivas sin estar casados, y una de "khalwat", reunirse en un espacio privado a solas sin haber contraído matrimonio.
El delito de "ikhtilat" conlleva un máximo de 30 varazos y el de "khalwat" un máximo de 10 bajo la última revisión de la "sharía", que se implantó en 2015. Al evento público acudió el alcalde de Banda Aceh, Aminullah Usman, y una multitud en la que había niños y que grabó el castigo con teléfonos móviles.
Delitos tipificados en ley
Otros delitos tipificados en esta ley incluyen la apuestas, beber o comerciar con alcohol, relaciones extramaritales o sodomía, delitos que conllevan un máximo de 200 azotes con una vara de ratán, especie de palmera trepadora de uso similar al mimbre.
Aceh comenzó a regirse con la sharía a comienzos de 2000 como concesión del Gobierno central para que abandonase sus aspiraciones independentistas y avanzar en el proceso de paz con el grupo armado separatista Movimiento para la Liberación de Aceh.
A comienzos de 2018, el Gobierno provincial anunció que llevaría los azotes en público a las cárceles, sin embargo solo se implementó en contados municipios y hasta el momento continúan los castigos en las plazas públicas.
Indonesia es el país con la mayor población musulmana del mundo, con el 88 por ciento de sus más de 260 millones de habitantes, que en su mayoría practican una forma moderada del islam, aunque activistas denuncian un aumento de la influencia de los radicales.
EFE
Comparte esta noticia