Japón califica lanzamiento de satélite como una "grave provocación hacia la seguridad del país".
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, instó a Corea del Norte a cancelar el lanzamiento del satélite que este país ha comunicado a los organismos internacionales, y lo calificó como una "grave provocación hacia la seguridad de Japón".
Abe reaccionó así a la notificación transmitida por las autoridades norcoreanas a la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y a la Organización Marítima Internacional (OMI) sobre el próximo envío de un satélite de observación aérea, según informaron ambas instituciones en la víspera.
"El lanzamiento sería una clara violación de las resoluciones de Naciones Unidas" y un "grave acto de provocación hacia la seguridad de Japón" afirmó el líder del Ejecutivo nipón durante una intervención ante la Dieta (Parlamento) de Japón, recogida por la agencia de noticias Kyodo.
Por su parte, el ministro nipón de Exteriores, Fumio Kishida, afirmó que Japón "trabajará con otros países afectados para pedir (a Corea del Norte) que se abstenga del lanzamiento", en alusión a Estados Unidos y Corea del Sur, que también han expresado su inquietud por el anuncio de Pyongyang.
El régimen que lidera Kim Jong-un informó a la Organización Marítima Internacional (OMI), con sede en Londres, sobre el lanzamiento de un "satélite" entre el 8 y el 25 de febrero, según confirmó a Efe el portavoz de esta institución Lee Adamson.
Tras tener constancia de este anuncio, Tokio decidió elevar su nivel de alerta ante lo que considera un "lanzamiento de facto de un misil balístico de largo alcance", señaló una fuente del Ejecutivo a Kyodo.
La semana pasada, se observó a través de imágenes de satélite una intensificación de la actividad en la base norcoreana de Sohae, en el extremo noroccidental del país, por lo que se cree que el régimen prepara un nuevo ensayo de misil balístico de largo alcance. EFE
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