El proyecto, que fue aprobado con 88 votos a favor, 24 en contra y 27 abstenciones, ha sido promovido por varias diputadas del Partido Comunista y secundada en bloque por la oposición.
La Cámara de Diputados de Chile aprobó este jueves el proyecto de reducción de la jornada laboral que la establece en 40 horas, media sanción legislativa que ahora tendrá que pasar por el Senado y que copaba el debate político antes del estallido social que vive el país desde el pasado viernes.
El proyecto pasó en general por la Cámara Baja con 88 votos a favor, 24 en contra y 27 abstenciones, una propuesta legislativa promovida por varias diputadas del Partido Comunista y secundada en bloque por la oposición.
La diputada comunista Karol Cariola, una de las promotoras de la potencial normativa, explicó tras la votación que "es una buena noticia para el país" que se haya aprobado.
En ese sentido, matizó que son conscientes que "no es la solución a todos los problemas" que sufre actualmente Chile, que ha salido a protestar los últimos siete días, en los que han muerto 18 personas, entre ellas cuatro extranjeros, para demandar reformas que mejoren la situación de desigualdad que existe.
La también diputada comunista Camila Vallejo dijo que ya están conversando con los senadores para que muestren voluntad y que el proyecto reciba la media sanción restante, para que pueda ser enviado al Ejecutivo para su promulgación.
No obstante, antes de que se trate en la Cámara Alta tiene que pasar de nuevo por la Comisión de Trabajo de Diputados para cerrar las indicaciones presentadas.
El proyecto del Partido Comunista (PC) que busca reducir la jornada laboral semanal de 45 a 40 horas fue ingresado en el Congreso el 8 de marzo de 2017 por parte de la diputada Vallejo.
En paralelo a la tramitación de la iniciativa del PC discurre el proyecto de ley de reforma laboral presentado por el Ejecutivo en mayo de este año, que ya se encuentra en el Senado y sobre el que Sebastián Piñera estableció que se tratara de "suma urgencia", además de hacer una indicación que estipula una jornada semanal promedio de 41 horas.
El PC ha centrado sus esfuerzos en explicar que, a diferencia de su proyecto, las 41 horas semanales que propone el Gobierno lo son en promedio y que, por tanto, los trabajadores no van a tener garantizadas un máximo de 41 horas a la semana, sino que puede haber semanas que trabajen más de 45 horas a la semana para compensar otras en las que trabaje menos.
Desde el Gobierno, por su parte, defiende que su proyecto respecta la Constitución y que flexibilidad a personas y empresas.
EFE
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