Michelle Bachelet estuvo en la ceremonia, donde destacó que integrarse al mundo no es solo firmar acuerdo económicos, sino también dar ayuda humanitaria.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, le entregó este lunes la carta de nacionalización a 45 niños, niñas y jóvenes palestinos de entre siete y 20 años, que llegaron como refugiados en 2008 al país.
Integración humanitaria."Ser una nación integrada al mundo es mucho más que profundizar relaciones económicas mediante tratados de libre comercio. Es hacer nuestros los dolores y los problemas de los seres humanos allí donde se encuentren. Abrir las fronteras de Chile no consiste solamente en permitir el libre tráfico de bienes y servicios: es abrir nuestras casas, nuestras calles, nuestras culturas y nuestras vidas a todos. Es tender la mano a quienes han elegido Chile como una segunda patria", decláro Michele Bachelet en la ceremonia, que tuvo lugar el marco del Día Mundial del Refugiado.
De Irak a Chile. El Gobierno chileno accedió a recibir y asentar a un grupo de 116 personas palestinas, 28 familias, provenientes de Irak en el 2007. Pese a que el 83 % de ellos nació en ese país, debido a la política de preservación de la identidad palestina, ninguno recibió la nacionalidad iraquí y tampoco tenía plena nacionalidad en su país, por lo que no podían ingresar al terreno nacional. Chile permitió el ingreso de estas familias asiáticas en base a las consideraciones humanitarias y a las solicitudes de la comunidad internacional a través del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Crisis mundial. Chile le entregó las cartas de nacionalidad a los adultos del grupo en el 2015, pero quedó pendiente la respuesta a los niños y niñas de estas familias. "Hoy estamos cumpliendo con esta deuda, al entregar a 45 niños y niñas las cartas de nacionalización con las que asumen nuestra nacionalidad. Hoy podemos decir, con propiedad, que son chilenos y chilenas, que esta patria los ha hecho, por adopción, hijos suyos", señaló Bachelet en la ceremonia. Según datos del ACNUR de 2014, 59,5 millones de personas han sido forzadas a desplazarse, siendo la cifra más alta registrada por esta organización y que va en aumento, provocando una de las crisis humanitarias más graves desde la Segunda Guerra Mundial.
Comparte esta noticia