La ministra de Transportes Gloria Hutt señaló que el Metro de Santiago estará suspendido hasta la otra semana, mientras se realizan las reparaciones. Las violentas protestas se originan tras el incremento del pasaje.
La totalidad del Metro de Santiago, que moviliza a unos tres millones de pasajeros por día, dejó de operar en la tarde del viernes tras ataques en rechazo del alza en las tarifas, informó la empresa. Este hecho desencadenó una violenta ola de protestas en varias estaciones del suburbano, con centenares de jóvenes que se cuelan sin pagar, causan destrozos y se enfrentan a la Policía.
"Toda la red de Metro se encuentra cerrada por disturbios y destrozos que impiden contar con las condiciones mínimas de seguridad para pasajeros y trabajadores", anunció el ferrocarril metropolitano a través de un mensaje de Twitter.
El servicio de transporte se mantendrá suspendido mientras se realizan las reparaciones, así lo señaló la ministra de Transportes Gloria Hutt, en una rueda de prensa en el palacio de La Moneda junto al ministro del Interior, Andrés Chadwick. “Es posible que durante la próxima semana recuperemos el funcionamiento normal de forma gradual”, comentó Hutt.
Crisis en Santiago
Por quinto día consecutivo, este viernes se registraron incidentes en una quincena de estaciones del metro de la capital chilena, donde la presencia policial se ha incrementado con el paso de los días ante la intensidad de las protestas. La situación más tensa se vivió en la estación Los Héroes, en pleno centro de la ciudad, donde un grupo de jóvenes se enfrentó a agentes antidisturbios de Carabineros en la zona donde están las máquinas para validar los tiquetes y acceder a los andenes.
Los protagonistas de las protestas son principalmente estudiantes de secundaria y universitarios, aunque otras personas se han sumado al llamado a evadir el pago del pasaje, que vale 830 pesos (unos 1,2 dólares) en hora punta. La mayoría de las movilizaciones de rechazo al alza de los tiquetes han consistido en evasiones masivas y en levantar las mamparas de cobro para que los pasajeros ingresen a los andenes sin pagar.
En algunos casos, sin embargo, se registraron actos de vandalismo y los jóvenes rompieron las puertas de acceso a las estaciones, vidrios y otros elementos. La Policía, por su parte, ha actuado con contundencia para detener a los manifestantes y ha empleado gases lacrimógenos dentro de las estaciones e incluso en algunos vagones del metro.
El Gobierno chileno ha condenado con dureza los incidentes y ha prometido mano dura con los responsables. El presidente Sebastián Piñera afirmó este viernes que aplicará "en algunos casos" la ley de seguridad del Estado, una legislación que regula los delitos contra la seguridad interior del país y que endurece las penas.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, arremetió contra las protestas y dijo que desconoce si hay algún tipo de organización detrás de las movilizaciones.
"Usar la violencia y destruir en este caso el Metro que con tanto esfuerzo como chilenos hemos construido por décadas, realmente es inaceptable. Como Gobierno vamos a usar nuestras atribuciones para mantener el orden", manifestó.
(Con información de AFP y EFE)
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