Las elecciones de Chile ponen a prueba los cambios en su sistema electoral

El voto de los chilenos en el extranjero, el cambio del sistema binominal, límite de los gastos de campaña y la prohibición de recibir donaciones empresariales, son algunos de los cambios implementados para los comicios de este domingo en Chile.

Las elecciones generales de este año suponen el reemplazo del sistema binominal por uno de carácter proporcional. En Chile, los dos grandes bloques que dominaron la política desde el retorno de la democracia en 1990 son: la Concertación, asociada con partidos de izquierda en una coalición denominada Nueva Mayoría, y la Alianza, actualmente asociada con partidos de derecha en una coalición más grande denominada Chile Vamos.

Dispersión del voto

La periodista Claudia Aranda dijo a RPP Noticias que la reforma “cambió el panorama electoral del país” al suprimir las barreras para la creación de nuevos partidos políticos. También comentó que “Piñera va a ganar a menos que la Nueva Mayoría logre un acuerdo amplio con otros sectores han aparecido”.

Por primera vez desde el fin de la dictadura, la centroizquierda acude fragmentada a la cita con las urnas. Dos candidatos se disputan su representación, los senadores Alejandro Guillier, a quien apoyan seis partidos de la Nueva Mayoría, y Carolina Goic, respaldada por la Democracia Cristiana.

Los candidatos

La izquierda está representada por la periodista Beatriz Sánchez, candidata del Frente Amplio, una coalición formada por una docena de organizaciones sociales y movimientos alternativas. Además está el líder del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, quien postula por tercera vez a la Presidencia.

Otra de las novedades de esta elección es que por primera vez hay un representante de la ultraderecha con posibilidades de obtener una votación significativa, el diputado independiente José Antonio Kast, quien se considera heredero político del pinochetismo.

Reforma electoral

La nueva ley aprobada este año permite regular el financiamiento de las campañas políticas, el gasto electoral y las sanciones para quienes las infrinjan. El cambio del marco legal, además de recortar su límite de gastos, ya no puede contar con donaciones procedentes de las empresas, y establece la elección popular de los consejeros regionales.

Y también incide en la composición de las listas parlamentarias, en las que debe figurar al menos un 40 % de mujeres, en un intento de impulsar la representación femenina en el Congreso, que actualmente apenas suma el 16 %.