En 1973, un golpe militar liderado por Augusto Pinochet derrocó el gobierno de Salvador Allende e inauguró una de las etapas más sangrientas de la historia de Chile.
Este 11 de setiembre se cumple un año más del golpe de estado liderado por Augusto Pinochet en contra de Salvador Allende, presidente de Chile elegido democráticamente, y que acabó con su muerte. El hecho marcó un antes y después en la historia del país sureño y fue el punto de partida de una de las dictaduras más sangrientes y polémicas en la historia de Latinoamérica.
El político. Salvador Allende fue el primer presidente socialista de Chile. Nacido en 1908 y médico de profesión, se involucró en política desde sus épocas en la Universidad de Chile. Fue uno de los fundadores del Partido Socialista chileno (1933) y ocupó los cargos de diputado (1937-39), ministros de Salubridad (1939-42) y senador (1945-69). Tras postular sin éxito tres veces (1952, 1958 y 1964), ganó la presidencia en 1970. En el poder, inició un proceso para implementar el socialismo en su país.
La crisis y el golpe. La elección de Allende polarizó a la sociedad chilena. La oposición se empeñó en derrocar al gobierno, al punto de que le pidió a Richard Nixon, presidente de los Estados Unidos, que lo derroque. Documentos del Senado estadounidense revelaron, años después, que la CIA financió a los rivales del gobierno para intentar desestabilizarlo, entre otras cosas, torpedeando la economía (proyecto FUBELT). En 1973, en medio de la consumada crisis económica del país, Augusto Pinochet dirigió el golpe de estado. Rodeado y atrincherado en el Palacio de la Moneda, el presidente se quitó a vida disparándose con un fusil de AK-47 de origen soviético, donde años después se expedirían estampillas en su honor. Lo que siguió fue una dictadura militar que duró hasta 1990, donde se cometieron violaciones de los derechos humanos que siguen generando condenas hasta hoy. La economía de estabilizó gracias a políticas apoyadas e impulsadas por la Casa Blanca.
El legado. 43 años luego de su muerte, la figura de Salvador Allende sigue siendo la más importante dentro de la izquierda chilena, la cual ha gobernado el país durante la mayoría del siglo XXI (2000-10 y 2014-presente). Este domingo, su hija Isabel, escritora y presidenta del Partido Socialista, anunció que postulará a la presidencia en las elecciones del 2017. Como ocurrió consu padre, la tarea no será fácil: la actual presidenta Michel Bachelete pasa por su peor crisis de popularidad en medio de protestas y líos diplomáticos con Bolivia. Sin embargo, si una figura puede recomponer a su partido quizás sea la de la hija de ‘Chicho’.
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