Según reportaron medios locales, la campaña durará dos semanas y quienes quieran hacerse la prueba de descarte de nuevo coronavirus podrán acudir a diez centros repartidos en los 18 distritos de la ciudad.
Hong Kong comenzará el 31 de agosto a ofrecer pruebas gratuitas de coronavirus a todo ciudadano que quiera someterse a ellas ante la tercera oleada de contagios de la COVID-19 en la ciudad, que mantendrá las medidas de distanciamiento social impuestas al menos una semana más, informó hoy la prensa local.
Según recoge el periódico South China Morning Post, la campaña durará dos semanas y quienes quieran hacerse la prueba podrán acudir a diez centros repartidos en los 18 distritos de la ciudad.
Desde mediados de julio, el Gobierno se había centrado en grupos de riesgo, como conductores del transporte público, trabajadores de mercados, o empleados y residentes de asilos, con un total de 130 000 pruebas realizadas, que arrojaron un positivo por cada 2 500 efectuadas.
Tras registrar solo unos 1 200 contagios hasta junio, en las últimas semanas el número se ha disparado hasta 4 480 por culpa de esta tercera oleada de contagios, que también ha elevado la cifra de fallecidos hasta el momento a 46.
Asimismo, un portavoz de la Oficina de Salud y Alimentación indicó hoy que, en vista de la situación epidémica "todavía grave", el Gobierno considera todavía necesario seguir "medidas de distanciamiento social muy estrictas", que incluyen "el cese de servicios de comedor en empresas hosteleras durante períodos específicos" y la exigencia de usar mascarilla en lugares públicos.
Durante el día, sólo dos personas pueden comer por cada mesa en los restaurantes, que sólo pueden abrir con la mitad del aforo, mientras que varios tipos de establecimientos como bares y gimnasios permanecerán cerrados durante al menos hasta el 25 de agosto.
"AÚN NO ES MOMENTO DE RELAJARSE"
"Ha pasado más de un mes desde el inicio de la tercera ola y los residentes, comprensiblemente, están comenzando a cansarse de las medidas de distanciamiento social. Sin embargo, aún no es momento de relajarse. No hay lugar para la complacencia en el control de la epidemia", aseguró la oficina en un comunicado.
La campaña de test masivos cuenta con el apoyo del Gobierno de Pekín, que ha enviado equipos de profesionales sanitarios para reforzar la capacidad de realizar pruebas de la sanidad hongkonesa, algo que ha causado ciertos temores entre la oposición prodemocrática.
Algunas voces han expresado preocupación ante la llegada de los sanitarios chinos, al considerar que no está claro cómo se van a utilizar los datos personales de los ciudadanos que se sometan a pruebas en un momento en el que Pekín incrementa su influencia en la región.
EFE
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