La muerte de Javier Ordóñez, un hombre de 46 años que fue sometido con brutalidad y el uso repetido de una pistola eléctrica Táser por dos policías en Bogotá, desató el miércoles protestas violentas en la capital de Colombia.
La muerte de Javier Ordóñez, un hombre de 46 años que fue sometido con brutalidad y el uso repetido de una pistola eléctrica Táser por dos policías en Bogotá, desató el miércoles protestas violentas en la capital de Colombia. Cinco personas murieron y al menos unas 80 resultaron heridas durante las disturbios.
El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, ofreció en la madrugada del jueves una recompensa por "la captura de los autores del homicidio de cinco personas durante esta jornada violenta en Bogotá" y en el vecino municipio de Soacha.
El diario El Espectador informó que según partes policiales se registraron 26 protestas en Bogotá y Soacha, un municipio al suroeste de la capital colombiana, con un saldo de 50 civiles y 30 policias heridos por lesiones con objetos contudentes.
Además se reportan 53 instalaciones policiales vandalizadas, entre ellas 45 casetas del CAI (Comando de Acción Inmediata), siendo incineradas 17 de estos puestos. También se causaron daños a 25 buses del Transmilenio (nueve incendiados) y 45 buses del SITP (Sístema Integrado de Transporte).
La protesta, que comenzó en el CAI del barrio Villaluz, al que estaban asignados los dos policías implicados en la muerte de Ordóñez, se repitió en otros lugares de Bogotá y de más ciudades del país, muchos de los cuales fueron incendiados por los manifestantes. Los enfrentamientos entre los uniformados y los manifestantes se prolongaron hasta bien entrada la noche no solo en Bogotá sino también en otras ciudades como Cali y Medellín.
En la capital colombiana turbas prendieron fuego a los CAI de barrios como La Gaitana, Castilla, Kennedy, La Soledad, Ciudad Berna, Ciudad Roma y Usme, y además quemaron canastas de basura, motocicletas de la Policía e incluso volcaron y destruyeron camionetas de esa institución y de la Fiscalía.
El caso de la muerte de Javier Ordoñez
El clamor desesperado de Ordóñez, que según sus familiares era padre de dos menores de edad, revivió en los colombianos las imágenes de mayo pasado en una calle de Mineápolis (EE.UU.) donde George Floyd fue estrujado hasta la muerte por policías de esa ciudad a pesar de su pedido: "No puedo respirar".
En un video de cinco minutos, grabado por testigos de la agresión, se ve cómo los policías someten a Ordóñez con violencia y con descargas prolongadas de Táser en distintas partes del cuerpo a pesar de que este ya estaba en el suelo en estado de indefensión. "Por favor, ya", "agente, le ruego", fueron las frases que dijo el hombre cuando estaba inmovilizado por dos agentes en una calle del barrio Santa Cecilia, en el occidente de la capital colombiana
Al igual que Floyd, Ordóñez acabó arrestado y conducido en un furgón a un puesto policial del barrio de Villaluz, y luego llevado a un hospital donde murió horas después. (Con información de EFE, AFP y El Espectador)
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