Centenares de personas acompañaron el sepelio de la menor, ocurrido en el municipio de Bolívar, departamento del Cauca.
En medio de una pertinaz llovizna, se llevó a cabo el sepelio de Yuliana Samboní, la niña de siete años que fue violada y asesinada en un apartamento de un exclusivo sector de Bogotá, y del que se acusa al arquitecto Rafael Uribe Noguera, preso en una cárcel de la capital.
Las exequias se realizaron en la capilla de la Divina Misericordia del caserío El Tambo, en el municipio de Bolívar, departamento del Cauca. Luego del oficio religioso, el féretro fue rodeado por los lugareños que lo acompañaron hasta el cementerio de la población en donde fue sepultada.
Al caso, que despertó la indignación de Colombia, se sumó que las autoridades colombianas encontraron muerto al vigilante del edificio en donde apareció el cuerpo de Yuliana. El cuerpo de Fernando Merchán Murillo, de 58 años, fueron hallados en el interior de su vivienda en el barrio El Tintal, en el suroeste de Bogotá, confirmó la Policía de Bogotá.
Por su lado, la Fiscalía dijo en su cuenta de Twitter que “no descarta ninguna hipótesis investigativa frente a muerte de vigilante en caso de menor de 7 años asesinada”.
Detenido. El presunto asesino de la niña, un arquitecto de 38 años, perteneciente a una familia bogotana de clase alta, fue capturado el pasado martes y hoy está en una celda de aislamiento de la cárcel La Picota de Bogotá.
El caso de la niña de ascendencia indígena ha estremecido a Colombia por la sevicia con la que actuó el asesino, quien la raptó en su humilde barriada y la condujo a un apartamento donde la violó y estranguló, según informó el director del Instituto de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés.
Horas antes de que fuera encontrado el cadáver del vigilante, el abogado Francisco Uribe Noguera, hermano del presunto asesino de Yuliana, pidió perdón por estos hechos. (EFE)
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