Entre 1982 y 1984, el narcotraficante colombiano compró 4 hipopótamos y los puso a vivir en el zoológico de su conocida Hacienda Nápoles, hoy son 35 y si siguen reproduciéndose podrían representar una amenaza para la biodiversidad colombiana.
Pablo Escobar, el narcotraficante que sometió al Gobierno colombiano a finales de la década de los ochentas y principios de los noventas, llegó a poseer una descomunal fortuna con la cual se permitía excentricidades de todo tipo, como la manada de hipopótamos que se mandó a traer desde un zoológico en California y que puso a vivir en su zoológico privado que tenía en la conocida Hacienda Nápoles en Antioquia.
Reproducción. Tras la muerte de Escobar, el 2 de diciembre de 1993, y el desbaratamiento del Cartel de Medellín, las autoridades colombianas no supo que hacer con los hipopótamos y simplemente los dejaron vivir en la zona. Abandonados en la Hacienda Nápoles, los animales se reprodujeron y hoy se han convertido en la manada de hipopótamos más grande fuera de África.
Testimonios. "Estaba yendo a una práctica de fútbol esta mañana y había uno en un prado frente a la escuela", dijo Lina María Álvarez, de 12 años, vecina del pueblo Doradal. Para Diego Alejandro Rojas, 19, esos animales son "como las mascotas del pueblo. Le tengo más miedo a las víboras que a los hipopótamos". Y para el veterinario local Jairo Leon Henao, Antioquia es un "paraíso" para la especie, ya que a diferencia de su hábitat natural no tiene depredadores y se reproducen más rápido.
Amenaza. Si bien los hipopótamos pueden parecer una atracción, en realidad son un peligro. "Si se ponen agresivos son un riesgo par la biodiversidad colombiana. Podrían desplazar a la fauna autóctona. Son invasivos y muy resistentes a todo y pueden traer enfermedades que pueden matar al ganado", explica David Echeverri López, biólogo de la Coporación Autónoma Regional Cornare.
Medidas preventivas. Además, hay que tener en cuenta que viven unos 60 años en promedio y se reproducen rápidamente. En ese sentido, las autoridades colombianas tienen que tomar medidas para controlar la población de hipopótamos. Por ahora, se han construido barreras con árboles, rocas y alambrados, y se les provee de comida para que no se alejen demasiado de la Hacienda. "Por ahora, afortunadamente, no tuvimos problemas. No han atacado a nadie", dijo León.
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