El Gobierno ordenó ayer el cierre de todos los hoteles y establecimientos turísticos, otra medida más para tratar de frenar la expansión del COVID-19.
Los hoteles españoles, vacíos de turistas, se preparan para acoger a los enfermos menos graves de coronavirus y poder, así descogestionar los hospitales, sobre todo los de Madrid, donde la pandemia ha golpeado más fuerte, y de otras grandes ciudades.
Este viernes se espera que otro hotel madrileño abra sus puertas para acoger a los enfermos, después de que ayer lo hiciera el primero, próximo al hospital Gregorio Marañón, uno de los más congestionados de la capital, sobre todo las urgencias.
El Gobierno ordenó ayer el cierre de todos los hoteles y establecimientos turísticos, otra medida más para tratar de frenar la expansión del COVID-19.
A cierre de 2019 había en España 12.559 establecimientos hoteleros abiertos, con 550.476 habitaciones, y muchas de ellas, se podrán poner a disposición de los servicios sanitarios.
Después de días de continuo ascenso de casos, España registraba ayer más de 17.000 afectados y la cifra de fallecidos se acercaba a 800; y las autoridades sanitarias dicen que aún no se ha llegado a la cima de la curva.
El ministro de Sanidad advertía ayer de que lo peor de la pandemia aún está por llegar, por lo que todas las medidas para combatirla son bienvenidas.
Mientras, los hospitales, que cuentan con numerosos afectados entre su personal, refuerzan sus plantillas, con tipo todo tipo de medidas, desde contratar nuevos facultativos, llamar a los médicos recién jubilados, a los licenciados en Medicina pendientes del examen de especialización (MIR), o admitir como voluntarios a estudiantes de medicina a punto de finalizar su formación. (EFE)
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