El Ejecutivo español, liderado por el socialista Pedro Sánchez, pidió disculpas por lo errores de su gestión ante la pandemia y consiguió los votos necesario en el Parlamento para prolongar la medida. En tanto, el número de diario muertos se mantuvo por debajo de 100 por cuarto día seguido.
El Ejecutivo de España, que gobierna en minoría, necesitó este miércoles el apoyo nuevamente de los pequeños partidos Ciudadanos (liberales) y PNV (nacionalistas vascos) para que el Congreso aprobara una quinta prórroga consecutiva del estado de alarma, hasta el 7 de junio, con el fin de consolidar el control de la COVID-19. En un duro debate parlamentario, el jefe del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, pidió disculpas por los errores en la gestión de la epidemia y reclamó unidad para "culminar" la victoria contra el coronavirus. Aun así, encontró la negativa contundente de los conservadores y de la extrema derecha.
Por cuarto día consecutivo, el número diario de muertes por coronavirus en España se mantuvo este miércoles por debajo del centenar, aunque con un ligero aumento hasta las 95 frente a las 83 de la jornada anterior, informó el Ministerio de Sanidad. Los nuevos casos también se incrementaron hasta 416, desde los 295 registrados el martes. Las defunciones hasta ahora en España ascienden a 27.888, mientras que los contagiados suman 232.555.
A pesar de este aumento de fallecidos, la evolución de la epidemia es "mucho mejor" que semanas anteriores, valoró el portavoz de Sanidad, el doctor Fernando Simón. Con alguna excepción, la población española mayor de seis años tendrá que llevar mascarilla de forma obligatoria desde este jueves en los lugares cerrados o al aire libre si no se pueden mantener dos metros de distancia para evitar el contagio.
Tensión política y protestas en las calles
El Gobierno español, que dirige el socialista Pedro Sánchez, declaró el estado de alarma el pasado 14 de marzo y ordenó el confinamiento de la población y la paralización de numerosas actividades económicas para frenar la epidemia. Sánchez gobierna en minoría parlamentaria (en coalición con los izquierdistas de Unidas Podemos), así que necesita a otras fuerzas parlamentarias para mantener el estado de alarma y, con ello, las restricciones de movimiento de personas para controlar cualquier rebrote epidémico, según sus argumentos.
"El estado de alarma ha funcionado muy bien porque hemos pasado de un incremento de contagios del 35 por ciento al 0,5 por ciento", aseguró este miércoles el ministro de Sanidad, el socialista Salvador Illa, en el Congreso. Del otro, el líder del Partido Popular, el conservador Pablo Casado, acusó a Sánchez de "mentir a todo el mundo" y de no tener rumbo mientras aumenta, según dijo, la indignación ciudadana.
El PP, principal partido opositor, había apoyado las tres primeras prórrogas del estado de alarma, pero decidió abstenerse en la votación parlamentaria de la cuarta, hace dos semanas, con fuertes críticas a la gestión de la epidemia y esta vez votó en contra. El Gobierno tuvo que negociar con Ciudadanos, que basó su voto a favor de la ampliación en el interés del país, y PNV, que argumentaron que se mantiene la "cogobernanza" entre el Ejecutivo y las regiones para gestionar la transición gradual hacia la normalidad a medida que remite la epidemia.
Otro motivo de polarización política creciente es el de las protestas ciudadanas en las calles, con algunas caceroladas diarias contra el Gobierno, sobre todo en Madrid, a pesar de que las aglomeraciones no están permitidas por el estado de alarma. También se produjeron recientemente concentraciones frente a las viviendas del vicepresidente segundo del Gobierno, el izquierdista Pablo Iglesias (Podemos), y del ministro de Transportes, el socialista José Luis Ábalos, lo que provocó este miércoles un cruce de acusaciones y reproches entre la izquierda y la derecha en el Congreso.
El objetivo de recuperar la normalidad
Mientras tanto, España continúa la transición gradual, aunque desigual, hasta recuperar la normalidad social y económica a medida que cede la epidemia. El Ayuntamiento de Barcelona reabrió las playas solo para el paseo y el deporte individuales en franjas horarias, después de permanecer cerradas más de dos meses para frenar el contagio. Todas las regiones españolas se mantienen en la fase 1 del plan previsto por el Gobierno de alivio progresivo por etapas del confinamiento y de reanudación paulatina de actividades sociales, comerciales, culturales y deportivas.
Las excepciones son la región de Madrid, gobernada por los conservadores, que tiene la mayoría de los casos y es muy crítica con el Gobierno central, la ciudad de Barcelona y las capitales provinciales de Castilla y León, zonas muy castigadas por la enfermedad, que continúan en la fase 0.
Madrid y también Barcelona (Cataluña) esperan que el Ejecutivo las autorice pasar el lunes próximo a la fase 1. Si el Ministerio de Sanidad lo considera oportuno, la mayoría de las regiones españolas entrarían ese mismo día ya en la etapa 2, que permite una mayor movilidad en lugares públicos y una actividad comercial y cultural más intensa.
EFE
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