Un torso amputado en una maleta fue hallado en un edificio, propiedad del empresario y cocinero español César Román Viruete. Después de cuatro meses de estar como desaparecido al fin fue capturado este viernes en un restaurante de Zaragoza.
César Román Viruete, de 45 años, es un empresario español, que gozaba del éxito en Madrid por su imperio en el rubro de la hostelería. Ofrecía el mejor Cachopo de España, plato estrella de la cocina asturiana, que lleva filetes de ternera y por el cual fue galardonado.
El éxito y la fama le acompañaban a todos lados, hasta que de pronto salieron a luz pública rastros de estafa y de engaño por deudas a su personal, impagos a proveedores y a inversores, pero nada generó mayor conmoción en Europa que el hallazgo de restos humanos en uno de los edificios de su propiedad en Madrid.
Un torso en una maleta
Un torso amputado fue encontrado en una maleta en un edificio incendiado parcialmente en agosto pasado. La Policía hizo sus investigaciones y descubrió gracias al cotejo del ADN que se trata de Heidi Paz Bulnes, la pareja del ‘Rey del Cachopo’, como es conocido popularmente.
La mujer de nacionalidad hondureña había sido reportada como desaparecida por su familia el pasado 23 de julio y una semana después, César Román también desapareció despertando las sospechas de las autoridades. La hipótesis de un presunto feminicidio empezó a cobrar fuerza.
Identidad usurpada
Precisamente este viernes, la Policía española detuvo en Zaragoza (noreste de España) al ‘Rey de Cachopo’, como presunto autor de la muerte de su novia, la hondureña Heidi Paz Bulnes. Román fue arrestado en un restaurante en el que trabajaba gracias a la colaboración de la dueña del local, que sospechó de él y dio aviso a la Policía.
Según el diario El Español, César usó una identidad usurpada. Se hizo llamar Rafael Rujano Contreras, natural de Maracaibo (Venezuela) para acceder a un empleo como mozo en el restaurante Gerardo, pero la propietaria del local se dio cuenta y avisó a la Policía.
“Era perfectamente reconocible: el pelo más corto que en las imágenes, como rapado al 3 o al 4, y mucho más delgado, pero es que era él”, dijo Raquel, propietaria del restaurante Gerardo. El cocinero se dejó crecer la barba para disimular, pero aun así fue descubierto. (Con información de EFE)
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