El presidente es elegido por el Congreso de los Diputados, pero al no ponerse a cuerdo para apoyar a un candidato, el rey disolvería el Senado.
Luego de 130 días del último proceso electoral, la crisis en España llegó a su punto más alto. El Congreso de Diputados electo será disuelto el próximo lunes y el país volverá a las urnas el 26 de junio, ante la incapacidad de los partidos para llegar a un consenso para elegir a un presidente. Mientras esto ocurre, Mariano Rajoy seguirá en el cargo de manera interina. Curiosamente, la crisis comenzó porque los partidos políticos no quisieron apoyar su reelección. ¿Cómo llegó España a esta crisis política sin precedente?
Sistema electoral. A diferencia de otros sistemas electorales, en España no se vota por un candidato a la presidencia, sino por un partido para el Congreso. Tras la elección, el rey se reúne con los representantes de los grupos parlamentarios elegidos y propone un candidato presidencial. La persona propuesta se presenta ante el Congreso, expone su plan y espera ser ratificado o nombrado, según sea el caso.
El ganador. Usualmente el candidato presidencial propuesto pertenece al grupo que ganó las elecciones parlamentarias, que previamente lo elige en un proceso electoral interno. Esta vez, pese a que el Partido Popular (PP) ganó los comicios, este quedó lejos de obtener la mayoría absoluta. Los escaños quedaron muy repartidos entre varias formaciones, incluidas algunas nuevas surgidas tras el movimiento ciudadano de los "indignados", que rechazaron la reelección de Mariano Rajoy y no se pusieron de acuerdo entorno a otra candidatura, según informó el portal BBC Mundo.
Primer fracaso. El rey de España, Felipe VI, planteó a Mariano Rajoy, líder del PP y actual presidente en funciones, presentarse al Congreso para poder ser investido mandatario, pero al no lograr el apoyo necesario para renovar su mandato, declinó la oferta. “A todos los españoles les digo hoy (4 de marzo) que no tengo los votos y por tanto no tienen ningún sentido que vaya allí (al Congreso) a los únicos efectos de que empiece a correr el plazo de dos meses que da la Constitución española”, dijo.
Segundo fracaso. Ante la negativa de Rajoy, el 2 de febrero Felipe VI encargó a Pedro Sánchez, candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), la segunda fuerza más votada, que formara gobierno. Él aceptó. “Le he trasladado al rey que el Partido Socialista está dispuesto. Si el señor Rajoy renuncia a lo que entendemos es su obligación, el PSOE dará un paso al frente e intentará formar gobierno y sacar de esta situación de bloqueo a la democracia española y a las instituciones".
La derrota. Sánchez buscó apoyo en el Congreso y fue respaldado por Ciudadanos, una de las nuevas fuerzas políticas y opositor al nacionalismo en Cataluña. Este fue el único partido que lo apoyó. El partido de izquierda Podemos puso como condición para apoyarlo retirar de su fórmula a Ciudadanos. Finalmente, no logró los votos necesarios para ser elegido nuevo presidente de España.
Elección del presidente. Para ser investido presidente se requiere mayoría absoluta en primera votación y esta se logra con 176 diputados, la mitad más uno de los 350 que componen la cámara. También se puede lograr en una segunda votación, 48 horas después, con mayoría simple (más votos a favor que en contra).
Cierre del Congreso. Legalmente, el Congreso de Diputados tiene hasta el martes 3 de mayo para lograr un consenso sobre el nuevo presidente. La prensa española da por hecho que esto no pasará y que ese día el rey Felipe VI firmará la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones. Este nuevo proceso electoral, según los plazos estipulados en la ley española, serían el 26 de junio. Es la primera vez en la historia democrática de España que se repiten unas elecciones generales.
Comunicado del rey. El comunicado difundido por la Casa del Rey no habla de convocatoria electoral y señala que el rey "no formula una propuesta de candidato a la Presidencia del Gobierno", aunque explica que esto lo hace "a los efectos de lo previsto en el artículo 99 de la Constitución", señala El País de España.
Cierre del Congreso. La Constitución de España establece en su artículo 99 que si luego de dos meses de la elección, ningún candidato obtiene la confianza del Congreso, el rey disolverá el Congreso y el Senado y convocará a comicios, con el refrendo del presidente del Congreso. El límite para la investidura expira en la medianoche del 2 de mayo, que es cuando se cumplen los dos meses de la primera votación de investidura fallida de Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, el 2 de marzo pasado. Al día siguiente, 3 de mayo, martes el Rey firmará la disolución de las dos Cámaras y la convocatoria de otras elecciones.
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