Cassidy Stay testificó durante el juicio contra su tío, Ronald Lee Haskell, acusado de perpetrar la masacre en Texas cuando ella tenía 15 años.
Cassidy Stay tuvo que fingir estar muerta cuando su tío, Ronald Lee Haskell, ingresó a su vivienda en una zona residencial de Houston (Texas, Estados Unidos) y asesinó a balazos a sus padres y cuatro hermanos.
El hecho ocurrió en julio del año 2014 cuando Cassidy tenía 15 años. En aquella oportunidad su tío llegó hasta su casa preguntando por su antigua esposa, pero no obtuvo una respuesta y ejecutó a la familia.
Durante su testimonio contra Ronald Lee Haskell, en un juicio que ha comenzado esta semana, Cassidy explicó que rezó mientras su tío la sostenía a ella y a sus hermanos a punta de pistola, "entretanto esperaba que sus padres regresaran".
"No había espíritus en esa habitación"
"Intenté apelar a su humanidad. No pensé que alguien lastimaría a unos niños si supiera sus nombres y la edad que tenían", revela la joven.
De acuerdo a los informes policiales, el sujeto ató a toda la familia, les ordenó que se tumbaran boca abajo y procedió a disparar a cada uno por la espalda en la cabeza.
En la masacre fallecieron Katie Stay, de 34 años, su esposo, Stephen, de 39, y cuatro de sus cinco hijos, de entre 4 y 13 años.
"La habitación olía a sangre. No había espíritus en esa habitación", relató Cassidy y lamentó que su tío en esos momentos reflejaba tranquilidad.
"Estaba loco"
Cassidy recibió un disparo, pero afortunadamente la bala sólo le rozó el cráneo. Es ahí que fingió estar muerta y cuando el criminal abandonó la vivienda, avisó a la policía. Esto permitió la persecución y posterior detención del autor de la masacre.
Ahora Haskell enfrenta a múltiples cargos de asesinato y según sostienen los fiscales, los crimenes tenía como el móvil la venganza.
Sin embargo, la defensa legal del criminal asegura que "estaba loco" en el momento de los asesinatos. "está sedado y es una persona que ha sido tratada por una enfermedad mental grave", afirma su abogado.
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