A diferencia de las dos ocasiones anteriores, el debate de ayer no estuvo centrado en el magnate, cuya actuación fue más discreta.
Los diez aspirantes mejor situados en las encuestas para ser el nominado del Partido Republicano a las elecciones presidenciales de EEUU en 2016 protagonizaron ayer su tercer debate televisado, que por primera vez no estuvo dominado por la figura de Donald Trump y en el que destacaron los "pequeños".
A diferencia de las dos ocasiones anteriores, en FOX y CNN, el debate de ayer no estuvo centrado en el magnate Donald Trump, cuya actuación fue más discreta y sus comentarios más moderados, y dejó que brillasen políticos peor posicionados en los sondeos como John Kasich, Ted Cruz y Marco Rubio.
Esta vez el debate tuvo lugar en CNBC, un canal especializado en información financiera, por lo que gran parte de la discusión se desarrolló en el campo económico y fiscal, y, salvo en algún episodio aislado, los candidatos evitaron enzarzarse en fuertes ataques personales como había sucedido en ocasiones anteriores.
Quizá el momento de mayor tensión en la tarima se dio cuando, después de que el senador por Florida Marco Rubio respondiese a una pregunta sobre sus repetidas ausencias en las votaciones del Senado, el exgobernador Jeb Bush entró voluntariamente en la conversación y le instó a dimitir.
"Marco, cuando aceptaste esto, sabías que el mandato era de seis años. Deberías presentarte al trabajo. Puedes hacer campaña y dimitir y dejar que sea otro el que haga el trabajo. Hay mucha gente en Florida que espera tener un senador que luche por ellos cada día", le espetó Bush.
Rubio respondió a las acusaciones del exgobernador recordando que Bush jamás se quejó por el mismo motivo cuando el senador republicano por Arizona John McCain se presentó a las elecciones en 2008, pese a que éste incurrió en más ausencias que él en la Cámara Alta y le acusó de esperar obtener réditos políticos atacándole.
"Alguien te ha dicho que atacándome te vas a beneficiar", se dirigió Rubio a su rival en las primarias.
La defensa de Rubio ante Bush, así como la respuesta que había dado en primer lugar justificando sus ausencias en el Senado y calificando a la prensa de "sesgada" y de tener un "doble rasero" auparon al senador, que fue uno de los vencedores del debate, según los analistas y las reacciones en las redes sociales.
Tras el debate, los aspirantes a la nominación republicana para 2016 volverán a encontrarse para debatir el próximo 10 de noviembre en Milwaukee (Wisconsin), en un debate que será televisado por FOX Business.
EFE
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