El candidato republicano a la Casa Blanca aceptó ser entrevistado por Megyn Kelly, quien no fue muy incisiva como acostumbra ser.
El magnate estadounidense Donald Trump, a la sazón candidato republicano a la Casa Blanca, se amistó con la presentadora estrella de la cadena Fox, Megyn Kelly, a la que había insultado al comienzo de su campaña proselitista.
La entrevista. Trump dejó atrás los entredichos con la periodista, con quien ha tenido fuertes intercambios de palabras en los últimos nueve meses, y se sometió a su cuestionario. Sin embargo, la presentadora no fue lo incisiva que hubieran esperado sus seguidores.
Lado humano. La prensa estadounidense señala que Kelly le proporcionó a Trump una tribuna para que el candidato republicano presentara su lado “más humano”, aunque este dejó claro que no cambiará la actitud beligerante que tan lejos le ha llevado.
Kelly fue duramente criticada por Trump cuando ella, en el primer debate republicano, en agosto pasado, cuestionó su actitud ante las mujeres. “Usted llama a las mujeres que no le gustan ‘cerdas gordas’, perras, desaliñadas y animales asquerosos. A una participante en su reality show El Aprendiz le dijo que sería una bonita imagen verla de rodillas. ¿Le parece a Usted que ese es el temperamento adecuado para alguien que quiere ser elegido presidente de Estados Unidos?”, le espetó.
Ataques de Trump. Trump, que no tenía en ese entonces el respaldo de la mayoría republicana, reaccionó mal, con comentarios que fueron catalogados como misóginos. “Le brotaba sangre de los ojos, le brotaba sangre de cualquier parte”, dijo de ella. Nunca se retractó, pese a los cuestionamientos de la sociedad estadounidense.
¿Errores? En la entrevista, Trump no reconoció haber cometido errores en campaña, pero sí habló de cosas “que podría no haber hecho”. “Tengo millones de seguidores en Twitter, lo que me mete en problemas son los retuits”, se defendió.
Más ataques. Kelly le recordó las palabras ofensivas que tuvo en contra de Carly Fiorina, la única mujer que buscó la candidatura republicana, a quien ridiculizó por su físico. “Bueno, supongo… pero cuando cometes un error tienes que mirar adelante, no decir uf, habría preferido no hacer eso”, se limitó a decir.
Al contragolpe. En otro momento de la entrevista, Trump precisó que solo ataca cuando se siente “herido”. “Yo doy contragolpes. Respondo. En todos los casos, he respondido a algo que me hicieron”, insistió. Eso sí, nunca mostró arrepentimiento alguno. “Podría haber hecho alguna cosa diferente, en ocasiones podría haber usado otro lenguaje, pero en general estoy contento con el resultado, y creo que si no me hubiera comportado como lo hice, no habría tenido éxito”, sentenció.
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