“No está hablando conmigo, está hablando con los Estados Unidos de América”, se quejó el mandatario, quien canceló su viaje a Dinamarca.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo este miércoles que decidió cancelar su viaje a Dinamarca por el comentario "repugnante" que hizo la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, al calificar de "absurdo" el interés estadounidense en comprar la isla autónoma danesa de Groenlandia.
En declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca, Trump sugirió que su decisión no se debió tanto a la negativa de Frederiksen a hablar sobre una posible compra de Groenlandia por parte de EE.UU. como al tono que empleó la primera ministra para descartar el asunto.
"El comentario de la primera ministra de que era una idea absurda me pareció repugnante", afirmó Trump antes de emprender viaje a Kentucky. "No fue una forma agradable de decirlo. Podría haber dicho simplemente 'no, preferimos no hacerlo'. No está hablando conmigo, está hablando con los Estados Unidos de América. No puede decir 'qué absurdo'", agregó.
Ese argumento de Trump, que insistió en que "no se puede hablar así a los Estados Unidos", contrasta con el tono conciliador hacia Frederiksen que empleó este martes en Twitter para anunciar que cancelaría su reunión con la primera ministra, programada para principios de septiembre en Copenhague.
"Dinamarca es un país muy especial con gente increíble, pero debido a los comentarios de la primera ministra Mette Frederiksen, de que no tendría interés en discutir la compra de Groenlandia, pospondré nuestra reunión programada en dos semanas para otro momento", indicó Trump en un tuit.
"La primer ministra -añadió- fue capaz de ahorrarnos una gran cantidad de gastos y esfuerzos tanto para Estados Unidos como para Dinamarca al ser tan directa. ¡Se lo agradezco y espero reprogramar (el encuentro) en algún momento en el futuro!".
Trump había reconocido el domingo su interés por comprar Groenlandia, después de que varios medios informasen de que el presidente estadounidense llevaba semanas hablando con sus asesores sobre esa posibilidad.
El mandatario consideró que la adquisición era "estratégicamente interesante", aunque señaló que no sería una prioridad de su visita a Dinamarca, a donde había sido invitado por la reina danesa, Margarita II.
La cancelación de la visita de Trump causó malestar en Dinamarca, donde varios líderes políticos hablaron de gesto "irrespetuoso", "insulto", "farsa" e incluso de una "crisis diplomática", aunque el Gobierno danés intentó restar importancia al tema. (EFE)
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