La incursión junto a las islas artificiales Spratly es la primera desde que el presidente Donald Trump tomó posesión.
Un buque de guerra de la Armada de Estados Unidos navegó cerca de unas islas construidas por Pekín en las aguas del Mar de China Meridional. El navío avanzó dentro de las aguas territoriales reclamadas por el gigante asiático y otros cinco países.
El destructor USS Dewey navegó a unos 20 kilómetros de Mischief Reef, en las islas Spratly, en lo que un funcionario estadounidense calificó como "operación de libertad de navegación". Washington busca contrarestar los esfuerzos de China de limitar el flujo marítimo en esas aguas estratégicas.
Pretensiones. Pekín reclama la soberanía sobre la inmensa mayoría de las aguas del Mar de China Meridional, incluyendo las cadenas de islas Paracel y Spratly, una reclamación disputada por media docenas de países de la región como Filipinas y Vietnam.
Estados Unidos no ve con agrado que la segunda potencia económica mundial se haga con el control de un área de intenso tráfico marítimo y por la que atraviesa anualmente un volumen comercial de casi cinco billones de euros en cerca de 50,000 barcos.
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