Nicholas Sutton mató en 1985 a otro preso cuando cumplía cadena perpetua por otros tres homicidios. Su defensa había pedido clemencia por ser “preso modelo”.
El estado de Tennessee (sur de Estados Unidos) ejecutó este jueves en la silla eléctrica a Nicholas Sutton, un hombre condenado a muerte por matar en 1985 a otro preso cuando cumplía cadena perpetua por otros tres asesinatos.
A Sutton, blanco de 58 años, lo declararon muerto a las 19.26 hora local tras recibir dos descargas eléctricas en la Institución de Máxima Seguridad Riverbend, en Nashville, según notificó el Departamento Correccional de Tennessee.
Sutton fue el quinto preso en menos de dos años que dado a elegir entre la silla eléctrica y una inyección letal, prefirió morir electrocutado en Tennessee. Ningún otro estado ha hecho uso de la silla eléctrica desde 2013.
Cuando cometió el crimen que le llevó al corredor de la muerte, Sutton cumplía condena por otros tres asesinatos consumados con apenas 18 años en 1979, incluido el de su abuela paterna, Dorothy Sutton, con quien se había criado.
Una vez agotados sus recursos legales, la defensa de Sutton tenía depositadas sus esperanzas en la petición de clemencia al gobernador de Tennessee, Bill Lee, apoyada por familiares de sus víctimas y por varios guardias de prisiones.
Uno de estos guardias, Tony Eden, ya retirado, aseguró que Sutton le salvó la vida durante un motín en 1985. "Tengo cuatro hijos y una hija que probablemente no estarían aquí si ese día hubiese sido diferente. No tendría la vida que tengo si no fuese por Nick", dijo Eden en una entrevista reciente con CBS.
Lee, sin embargo, rechazó la petición de clemencia pavimentando así el camino de Sutton hacia su ejecución.
La de Sutton fue la primera ejecución del año en Tennessee y la cuarta en todo el país. Desde que la Justicia de Estados Unidos restituyó la pena de muerte en 1976, 1.516 personas han sido ejecutadas, 13 de ellas en Tennessee. (EFE)
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