Jake Patterson se declaró culpable del secuestro de Jayme Closs, a quien mantuvo cautiva durante 88 días, y de los homicidios intencionales de James y Denise Closs, cada uno con un disparo de escopeta a la cabeza.
Jake Patterson, un joven de 21 años que en octubre pasado secuestró a una niña y asesinó a los padres de esta, fue sentenciado este viernes en Wisconsin (Estados Unidos) a dos penas consecutivas de prisión perpetua y a 40 años adicionales.
Patterson se declaró culpable en marzo del secuestro de Jayme Closs, de 13 años, a quien mantuvo cautiva durante 88 días, y de los homicidios intencionales de James y Denise Closs, cada uno con un disparo de escopeta a la cabeza.
Una vez terminada la vista en marzo, Patterson se dirigió a los asistentes y dijo "Adiós, Jayme", en alusión a la víctima de su secuestro que no estaba en la sala, aunque sí dos docenas de familiares de Closs.
Los crímenes ocurrieron en octubre de 2018 en la localidad de Barron, Wisconsin, unos 150 kilómetros al noroeste de la ciudad de Minneapolis.
La niña de 13 años estaba desaparecida cuando la policía encontró los cuerpos de sus padres.
El 10 de enero reapareció, tras escapar de una cabaña donde el secuestrador la mantuvo cautiva, en un pequeño pueblo llamado Gordon, a unos 97 kilómetros de su casa.
Patterson fue detenido ese mismo día y confesó los asesinatos y el secuestro de la niña, por la que estaba obsesionado después de verla regresar un día de la escuela en autobús.
Días de terror
En la noche de los crímenes, Patterson, vestido de negro y armado con una escopeta, mató primero al padre de Jayme y luego a su madre.
A la niña la amordazó y maniató con una cinta y se la llevó en el maletero de su automóvil, que tenía matrícula falsa.
Pocos detalles han trascendido de los 88 días de secuestro ya que el hecho de que Patterson se haya declarado culpable evitó que Jayme Closs tuviera que declarar.
Se sabe que Patterson la forzaba a esconderse debajo de su cama cuando tenía visita y que la amenazaba con "cosas malas" si se llegaba a mover.
Closs aprovechó una salida de Patterson para escapar el pasado 10 de enero. En su huida encontró a una mujer que la auxilió y poco después las autoridades detuvieron a su secuestrador.
En Wisconsin no existe la pena de muerte y Patterson cumplirá las condenas sin derecho a libertad condicional, dictaminó el juez.
Con información de EFE
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