Michael ha dejado inundaciones, apagones, caídas de casas y árboles y cortes de carreteras a su paso por EE.UU.
El huracán Michael, uno de los más poderosos que haya tocado el territorio continental estadounidense, descargó toda su fuerza en la costa del extremo noroccidental de Florida, donde ya se registran inundaciones, apagones, caídas de casas y árboles y cortes de carreteras.
Más de tres horas después de que el "monstruoso" ojo de Michael llegara a Mexico Beach con vientos de hasta 250 km/h, no se ha informado de la existencia de víctimas ni ha habido una evaluación preliminar de las consecuencias del impacto.
Sin embargo, las imágenes de los vídeos hechos con teléfonos de celulares son más que elocuentes sobre los efectos en esa localidad, de poco más de un millar de habitantes.
La crecida del mar y las lluvias provocadas por Michael anegaron e incluso dejaron sumergidas numerosas casas unifamiliares, que además fueron barridas por el viento y despojadas de tejados, puertas, ventanas y otros elementos.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) indicó que la amenaza de la marejada ciclónica, que podría provocar una subida del nivel del mar de hasta los 4,2 metros, y los "vientos catastróficos" continúan después de que Michael tocara tierra.
Los meteorólogos alertan además de que la acumulación de lluvias podría llegar hasta los 30 centímetros en algunas zonas.
El gobernador de Florida, Rick Scott, prometió que en cuanto pase el peligro se producirá una "masiva respuesta" para apoyar a la región afectada, conocida como Panhandle, con más de un "millar de especialistas en búsqueda y rescate de personas" y 3.500 miembros de la Guardia Nacional del estado. (EFE)
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