El Senado de Estados Unidos, aprobó este jueves el acuerdo logrado entre la Casa Blanca y los republicanos para subir el techo de deuda, evitando así que el país entre en suspensión de pagos.
El Senado de Estados Unidos votó el jueves por suspender el límite de endeudamiento federal tras semanas de tensas negociaciones para eliminar la amenaza de un desastroso default a solo cuatro días de la fecha límite fijada por el Departamento del Tesoro.
Economistas advirtieron que el país podría quedarse sin dinero para pagar sus deudas el lunes, dejando un estrecho margen para la promulgación de la ley de Responsabilidad Fiscal, que extiende la autorización de endeudamiento del país hasta 2024 y que también recorta gastos federales.
La cámara alta del Congreso aprobó el proyecto de ley que un día antes pasó en la Cámara de Representantes, con lo que un próximo enfrentamiento no tendrá lugar hasta después de las elecciones presidenciales.
Negociado directamente por el presidente Biden y los republicanos, la norma pasó en el Senado con una votación cómoda de 63 contra 36.
"Nadie logra todo lo que desea en una negociación, pero no nos equivoquemos, este acuerdo bipartidista es una gran victoria para nuestra economía", afirmó Biden en una declaración en redes sociales.
Dijo además que promulgaría la ley "tan pronto como sea posible" y se dirigirá al país el viernes.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, señaló que el país podía "tener un respiro de alivio" tras evitar un "catastrófico" colapso económico.
"Sin embargo, por todos los altibajos y giros que nos ha costado llegar aquí, es muy bueno para este país que las dos partes al fin hayan logrado evitar el default", agregó.
La medida -que va ahora al despacho de Biden para convertirse en ley- terminó con un intenso tira y afloja entre los líderes de cada partido y miembros de las bancadas, que habían amenazado el paso del proyecto con argumentos de última hora sobre los detalles.
Los líderes demócratas pasaron meses advirtiendo sobre los estragos que podría acarrear el primer default en la historia de Estados Unidos, incluyendo la pérdida de millones de trabajos y unos 15 billones de dólares de la riqueza de los hogares, así como mayores costos de hipotecas y otros préstamos.
Fondos para la defensa
El último drama de la noche surgió tras una serie de votaciones fallidas sobre enmiendas solicitadas en particular por los republicanos, que en un momento dado amenazaron con retrasar el proceso, aplazándolo hasta el fin de semana.
Los senadores eligieron ofrecer 11 ajustes al texto de 99 páginas, muchos de los cuales objetaron los niveles de financiación de sus proyectos favoritos -desde el control en las fronteras y el comercio con China, hasta los impuestos y el medioambiente.
Halcones de la defensa molestos por el límite de gastos del Pentágono, ajustado al presupuesto solicitado por Biden de 886 000 millones de dólares, amenazaron con descarrilar todo el proceso de aprobación.
Al final estuvieron de acuerdo con el ofrecimiento de un proyecto de ley separado que otorgará fondos para la defensa de Ucrania contra la invasión rusa y promoverá intereses de seguridad nacional de Estados Unidos en Oriente Medio y de cara a la agresión china contra Taiwán.
Políticamente tóxico
El techo de deuda ha sido elevado más de 100 veces para permitir que el gobierno cumpla con sus compromisos de gastos -por lo general sin drama y con el apoyo de los demócratas y republicanos-.
Amabas partes consideran que aumentar el límite de deuda es políticamente tóxico, pero reconocen que no hacerlo hundiría la economía estadounidense en una depresión y agitaría los mercados mundiales.
Los republicanos esperaban usar esta extensión de la deuda para criticar lo que consideran excesivos gastos de la administración demócrata de cara a las elecciones presidenciales de 2024, aunque los aumentos en el techo de deuda solo cubren los compromisos ya asumidos por ambos bandos.
El republicano Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes, sostuvo que el proyecto de ley negociado por semanas fue una gran victoria para los conservadores, aunque se enfrentó a los republicanos más radicales que lo acusaron de hacer demasiadas concesiones en los recortes del gasto federal.
Se quedó corto por uno de los 150 votos -dos tercios de su bancada- que había prometido conseguir en la cámara baja, y necesitó los votos demócratas para que la iniciativa pasara al Senado.
Entre los demócratas, la votación fue recibida como una gran victoria de Biden, que logró proteger casi todas su prioridades internas de los recortes con los que amenazaban los republicanos. (AFP)
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