Brian Porras es acusado de ser cómplice de la muerte de Gail Cleavenger —de 46 años— asesinada en 2018 en Florida (EE.UU) por su hijo Gregory Ramos, en ese entonces de 15 años.
Uno de los dos amigos que ayudó a encubrir la muerte de una mujer de Florida (EE.UU.), que fue asesinada por su propio hijo, fue sentenciado este viernes a 364 días de cárcel y 14 años de libertad condicional.
Brian Porras se retiró de la sala de la corte esposado tras escuchar la decisión y luego de expresar su remordimiento por ser cómplice de la muerte de Gail Cleavenger, de 46 años, asesinada en 2018 por su hijo Gregory Ramos, en ese entonces de 15 años.
"No puedo decir lo suficiente, sinceramente, cuánto lo siento", dijo Porras en la corte, tras romper en llanto y pedir disculpas por su participación en el hecho, según recoge el canal local WESH2.
Desde que ocurrieron los hechos, Porras lleva un grillete electrónico al igual que el otro amigo que ayudó a encubrir el hecho, Dylan Ceglarek, quien el año pasado fue sentenciado a 10 años de libertad condicional.
Antecedentes del caso
Previamente, en enero de 2021, Gregory Ramos fue sentenciado a 45 años de prisión, con la opción de que la condena sea revisada al cabo de 25 años, tras declararse culpable de asesinato en primer grado, de haber abusado del cadáver de su madre y de alterar pruebas.
En noviembre de 2018 en su casa en la localidad de DeBary, en el centro de Florida, Cleavenger, de 46 años, y su hijo discutieron por las notas escolares y él la mató.
El joven enterró el cadáver junto a una iglesia cercana al domicilio familiar y reportó la desaparición de su madre, pero acabó confesando el crimen a la Policía, según el sumario.
El día que se le impuso la sentencia, Ramos, vestido con un uniforme naranja y encadenado, pidió perdón a toda su familia, rindió homenaje a su madre, a quien definió como "una persona bella", y subrayó que no pretendía buscar "justificaciones" a lo que hizo.
(Con información de EFE)
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