Un hombre con inclinaciones antisemitas disparó contra los asistentes a una celebración.El atacante entró al lugar y tras gritar "Todos los judíos deben morir" abrió fuego.
El tiroteo ocurrido en una sinagoga de la ciudad de Pittsburgh, en el estado de Pensilvania (Estados Unidos), ha dejado el saldo de unas once personas muertas y otras seis heridas.
Según autoridades, el atacante identificado como Rob Bowers, portaba un rifle de asalto y al menos tres pistolas a la sinagoga cuando se celebraban el día de descanso judío de shabat.
"Es probablemente el ataque más mortífero contra la comunidad judía en la historia de Estados Unidos", dijo Jonathan Greenblatt, director nacional de la Liga Antidifamación (ADL), principal asociación estadounidense de lucha contra el antisemitismo.
Los hechos
De acuerdo a información de medios, Bowers, un residente de Pittsburgh de 46 años con tendencias antisemitas, irrumpió en la sinagoga 'Árbol de la Vida' cuando se llevaba a cabo la ceremonia.
El atacante entró al lugar y tras gritar "Todos los judíos deben morir" abrió fuego. Según un miembro de la congregación, Stephen Weiss, en declaraciones al diario local Tribune Review, escuchó una docena de disparos, lo que generó que huyera.
La policía acordonó el edificio, que estaba rodeado de patrulleros, ambulancias y un equipo SWAT de la policía. Tras un enfrentamiento con las fuerzas del orden, fue detenido y enviado a un hospital.
Reacciones
Ocurrido el hecho, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump calificó el ataque como un "desquiciado acto de asesinato en masa es pura maldad, difícil de creer y, francamente, algo inimaginable, ", denunciando el clima de "odio" en el país y el mundo. "No debe haber tolerancia para el antisemitismo", declaró.
Más temprano había dicho que "hay que hacer algo" para evitar este tipo de crímenes, proponiendo endurecer la legislación sobre la pena de muerte contra los autores de ataques en sitios de culto.
Por su parte, su hija Ivanka Trump, convertida al judaísmo, deploró lo que llamó un ataque "depravado", y el vicepresidente Mike Pence, en tanto, condenó un "ataque contra la libertad de culto".
Asimismo, la canciller alemana, Angela Merkel, denunció "el odio antisemita ciego" y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó su pesar y solidaridad con Estados Unidos, condenando "esta horrenda brutalidad antisemita".
De igual modo, conocido este lamentable suceso, los gobiernos de Francia y Canadá, así como la ONU, condenaron el ataque. (AFP)
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