El fiscal especial Robert Mueller alegó que controlaban cuentas desde Facebook, Twitter, YouTube e Instagram para sabotear a la oponente de Donald Trump, Hillary Clinton.
La justicia de Estados Unidos inculpó a 13 ciudadanos rusos y tres empresas por presunta injerencia en las elecciones y procesos políticos durante las elecciones presidenciales. Así se dio a conocer mediante un comunicado divulgado este viernes por el fiscal especial Robert Mueller.
Según el documento, los imputados conspiraron -desde 2014 hasta la actualidad- para interferir "con los procesos políticos y electorales de Estados Unidos, incluida la elección presidencial de 2016". Mueller alega que los miembros del grupo se presentaban como estadounidenses y controlaban cuentas en las redes sociales focalizadas en temas social y políticamente divisivos.
Bajo la dirección de Yevgeny Prigozhin, un aliado cercano de Vladimir Putin, el grupo contactó a un "significativo número" de estadounidenses, según la acusación. Tenían un "objetivo estratégico de sembrar discordia en el sistema político estadounidense" y a mediados de 2016, apoyaban la campaña de Donald Trump y denigraban a su oponente, Hillary Clinton.Sus objetivos eran sitios en las redes sociales, como Facebook, Twitter, YouTube e Instagram.
El grupo tenía su sede en la ciudad natal de San Petersburgo, pero algunos de los acusados viajaban a Estados Unidos. Las escalas incluían Nevada, California, Nuevo México, Colorado, Illinois, Michigan, Luisiana, Texas, Georgia y Nueva York.
Un operador político estadounidense no identificado establecido en Texas es acusado de instruir al grupo para centrarse en los llamados "estados púrpura", que oscilan entre el apoyo a los republicanos o a los demócratas en las elecciones. Se cree que centenares de personas estuvieron involucrados en la operación, trabajando en turnos, con un presupuesto de millones de dólares.
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