Tres hombres la forzaron a entrar a un auto con un cuchillo, la llevaron a una casa y la grabaron mientras la violaban durante 12 horas.
Rose es el nombre de una joven que hoy tiene 25 años, pero que fue víctima de una violación sexual cuando tenía apenas 14. Fueron tres hombres quienes la amenazaron con un cuchillo, la forzaron a entrar a un auto y la llevaron a una casa en otro pueblo de Estados Unidos. Ahí la violaron durante 12 horas, mientras que se turnaban para grabar el acto.
Antes de abusar de ella, los hombres la golpearon y la agredieron con un cuchillo en la pierna izquierda. Rose entró en shock, no podía respirar con facilidad y, por momentos, perdía el conocimiento. Uno de los hombres sacó una computadora portátil para mostrarle a Rose que también había grabado a otras mujeres violadas.
Tras amenazar con matarla, Rose convenció a sus agresores de dejarla libre, pues prometió no revelar el abuso. Ellos la introdujeron al auto y la arrojaron en una calle cercana a su casa. Logró caminar hasta ahí, y cuando ingresó su familia estaba a punto de cenar.
"Mi padre llamó a la Policía, inmediatamente me reconfortó, pero los otros dijeron que me lo había buscado por salir a caminar tarde en la noche”, contó a la BBC.
En el hospital, la Policía y los médicos la interrogaron e incluso le preguntaron si no se había tratado de una noche “que se salió de control”, a pesar de que había sido brutalmente golpeada y su ropa estaba llena de sangre.
Las redes sociales, un arma de doble filo
Meses después del ultraje, Rose se encontraba navegando en MySpace, cuando encontró a varios estudiantes de su escuela compartiendo un enlace en el que ella estaba etiquetada. Al dar clic, automáticamente se redirigió al sitio de videos pornográficos Pornhub, en donde vio —con asco— varios de los videos en los que se le observaba siendo sexualmente abusada.
Los títulos de los videos eran "Adolescente llorando y abofeteada", "Adolescente destruida", "Adolescente desmayada". Uno había sido visto más de 400,000 veces, recuerda la joven, quien asegura que sus compañeros de la escuela la atormentaron, pues indicaron que se merecía lo que le había pasado.
Rose se comunicó en varias oportunidades con Pornhub a través de su correo electrónico para pedir que retiraran los videos; sin embargo, no recibió respuesta y los videos continuaron siendo vistos por miles de personas.
Sin mucha esperanza, tuvo la idea de hacerse pasar por un abogado y comunicarse nuevamente con el sitio de pornografía, amenazándolos con demandarlos, debido a que ella era menor de edad cuando el video fue grabado. “En menos de 48 horas los videos desaparecieron”, revela.
En un comunicado enviado a la BBC, Pornhub sostuvo que las acusaciones de la joven se remontan al 2009, años antes de que el sitio web fuese adquirido por sus actuales dueños. Al ser consultados sobre otros videos similares al de Rose con títulos como “Extremo abuso de adolescente”, que siguen activos en la web, la empresa señaló lo siguiente.
“Permitimos todo tipo de expresión sexual que se aferra a nuestras condiciones de uso y mientras algunas personas pueden encontrar estas fantasías inapropiadas, hay mucha gente alrededor del mundo que sí se se siente atraída a eso y que está protegida por varias leyes de libertad de expresión".
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