Los debates vicepresidenciales rara vez han tenido gran repercusión en la carrera presidencial de Estados Unidos.
Los candidatos a vicepresidente en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el gobernador demócrata de Minnesota, Tim Walz, y el senador republicano por Ohio, JD Vance, se enfrentarán este martes en su primer y posiblemente único debate.
Sus objetivos principales serán arrancar más apoyos de cara a las elecciones presidenciales de noviembre, defender a sus jefes -la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el expresidente republicano Donald Trump-, presentarse a los estadounidenses como posibles reemplazos de la Casa Blanca y evitar los golpes de sus contrincantes sin quedar en evidencia.
Según la prensa local, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, ha estado entrenando a Walz, de 60 años, para la gran noche. Mientras que el congresista de Minnesota Tom Emmer ha ayudado a Vance, de 40 años, a prepararse para el cara a cara.
En un estrado, sin cortes de micrófono y sin público
El micrófono de cada candidato estará encendido durante los 90 minutos del evento, pero CBS podría apagar los micrófonos "si fuera necesario".
No habrá declaraciones de apertura y Vance -que ganó un lanzamiento de moneda para determinar el orden de las declaraciones de cierre- eligió tener la última palabra.
Los candidatos tendrán dos minutos para responder a las preguntas de los moderadores -Norah O’Donnell, la presentadora de 'CBS Evening News', y Margaret Brennan, quien presenta 'Face the Nation'- y, después, el rival tendrá dos minutos para responder.
Las reglas también establecen que cada candidato tendrá un minuto para más refutaciones y que "los candidatos pueden obtener un minuto adicional cada uno para continuar una discusión”, pero solo si tiene el visto bueno de los moderadores.
En esta ocasión los candidatos no estarán sentados, sino de pie delante de un podio en los estudios de CBS en Midtown Manhattan, en los que no habrá público.
Fertilidad, gatos y resentimiento
Vance es el que tiene más presión en este cara a cara, ya que será el encargado de ganar el terreno perdido después del flojo desempeño de Trump contra Harris en su debate a principios de setiembre.
Vance es un antiguo marino que sirvió como periodista militar, se graduó de la Facultad de Derecho de Yale, trabajó en capital de riesgo y consiguió la fama con sus memorias: 'Hillbilly Elegy', que fueron superventas y terminaron siendo adaptadas en a una película protagonizada por Amy Adams y Glenn Close.
Walz, menos conocido que Vance, trabajó como profesor de secundaria y entrenador de fútbol, sirvió en la Guardia Nacional antes de dedicarse a la política.
Tanto Vance como Walz se jactan de conocer bien el país más profundo, aludiendo a sus orígenes en el "rust belt" (cinturón del óxido), uno de los territorios más deprimidos del país por la desindustrialización, que ha generado un gran resentimiento contra la clase política y las instituciones.
El senador de Ohio ha estado estos meses en la mira por amplificar que los inmigrantes haitianos se están comiendo las mascotas de los habitantes de una pequeña ciudad de Ohio y que el país estaba siendo dirigido por "mujeres con gatos y sin hijos".
Por su parte, Walz también ha estado en el ojo de la polémica porque evocó su experiencia personal para presentar un argumento político sobre la necesidad de proteger la fecundación in vitro (FIV) y el acceso a la atención de la salud reproductiva. No obstante, su mujer reveló que no utilizaron este tratamiento, como habían dado a entender en comentarios anteriores.
Los debates vicepresidenciales rara vez han tenido gran repercusión en la carrera presidencial, y los vicepresidentes generalmente se mantienen en la sombra incluso una vez que asumen el cargo, como pasó con Harris en el mandato de Joe Biden.
(Con información de EFE)
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