Mientras la isla trata de recuperarse de los estragos del devastador paso de 'María' el mandatario acusó a "algunos" puertorriqueños de no querer ayudar en la reconstrucción.
El presidente Donald Trump acusó este sábado a los puertorriqueños de querer "que esté todo hecho", endureciendo el tono ante las autoridades de la isla, mientras crecen las críticas sobre la insuficiente respuesta federal a los embates del huracán María.
Mientras prácticamente la totalidad de los 3,4 millones de habitantes de ese territorio estadounidense siguen sin luz eléctrica, un tercio sin telecomunicaciones y la mitad sin agua -según cifras oficiales-, nueve días después de la arremetida del huracán el presidente acusó a "algunos en Puerto Rico" de ser "incapaces de poner a sus empleados a trabajar para ayudar" en las labores de recuperación.
En la capital San Juan, los autos forman colas interminables frente a las estaciones de gasolina, algunas vigiladas por guardias de seguridad privados, y desesperados residentes del interior dicen no haber visto presencia federal o local.
Arremete en Twitter. Pero Trump insistió, en una serie de mensajes en Twitter el sábado, en que los equipos de respuesta del gobierno, que enviaron una docena de barcos y 10.000 funcionarios, están "haciendo un trabajo fantástico".
"Quieren que esté todo hecho para ellos cuando debería de ser un esfuerzo comunitario", se quejó.
En sus tuits, Trump culpó de los problemas a sus rivales demócratas y los medios y funcionarios locales, especialmente la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, a la que le reprochó una "pobre capacidad de liderazgo".
Claman por ayuda. Cruz, que ha elevado su impaciencia ante la respuesta federal, portaba el viernes ante los canales de televisión estadounidenses una camiseta con la inscripción "Ayúdennos. Nos estamos muriendo".
"No puedo comprender el hecho de que la mayor nación del mundo no pueda proporcionar apoyo logístico a una pequeña isla", había dicho durante una rueda de prensa el viernes.
En Puerto Rico, los comentarios de Trump -enviados desde su club de golf de Bedminster, en Nueva Jersey (noreste), donde pasa el fin de semana- solo parecen reforzar un sentimiento según el cual el mandatario descuida este territorio administrado por Estados Unidos y cuyos habitantes son ciudadanos estadounidenses.
Gobernador, menos crítico. Trump pareció más conciliador en posteriores mensajes, urgiendo a "estar unidos" en la ayuda a "los que sufren" en Puerto Rico, y elogiando al gobernador Ricardo Rosselló.
Preguntado por el drama entre Trump y Cruz, el gobernador se limitó a contestar: "La única forma de que esto funcione es que colaboremos".
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