El presidente electo de EE.UU. dijo que la muerte del líder cubano deja un legado de “fusilamientos, robo, sufrimiento, pobreza y negación de derechos humanos”.
El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, prometió hoy que su Gobierno hará "todo lo posible para asegurar que el pueblo cubano pueda iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad", en un comunicado sobre la muerte del líder cubano Fidel Castro.
Trump subrayó que Fidel Castro fue un "brutal dictador" que "oprimió a su propio pueblo" y con su fallecimiento deja "un legado de fusilamientos, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y negación de derechos humanos fundamentales".
"Si bien Cuba sigue siendo una isla totalitaria, mi esperanza es que hoy marque un alejamiento de los horrores soportados durante demasiado tiempo y hacia un futuro en el que el maravilloso pueblo cubano finalmente viva en la libertad que tanto merece".
A pesar de que "las tragedias, muertes y dolor causadas por Fidel Castro no pueden ser borradas, nuestro Gobierno hará todo lo posible para asegurar que el pueblo cubano pueda iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad", prometió el presidente electo de EE.UU., quien asumirá el cargo en enero.
Apoyo de exiliados. Trump recordó, además, que durante la campaña electoral recibió el respaldo de la Asociación de Veteranos de Bahía Cochinos (Brigada 2506), exiliados anticastristas que participaron en la fallida invasión de Bahía Cochinos (Cuba) en 1961.
Durante la campaña, Trump también prometió "dar marcha atrás" a las "concesiones" hacia Cuba, pero los expertos ven improbable que frene en seco el deshielo iniciado a finales de 2014 por el actual presidente de EE.UU., Barack Obama.
El comunicado, divulgado por la oficina de transición presidencial, no fue la primera reacción de Trump al fallecimiento del líder cubano, ya que el magnate se había pronunciado poco antes en su cuenta de Twitter con una escueta frase: "¡Fidel Castro está muerto!".
Personaje polémico. Fidel Castro fue el líder de la Revolución Cubana en la década del 50 y una figura estelar del comunismo y la Guerra Fría en el siglo XX. También fue un dictador que estuvo 47 años en el poder, desde 1959 hasta su renuncia en 2006. Sus defensores lo elogian por haber derrocado a Fulgencio Batista, su resistencia ante la hegemonía de EE.UU. en Latinoamérica, por el desarrollo del deporte, la medicina y la educación de su país.
Sus críticos y los millones de cubanos que huyeron de la isla durante su régimen lo acusan por su totalitarismo, la opresión y persecución, los ataques a la libertad de expresión, las miles de ejecuciones que cometió en su régimen y por sumir a la isla en la pobreza y el retraso tecnológico.
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