El juicio contra el exjefe de campaña de Donald Trump estaba previsto para este 25 de julio.
Un juez de EE.UU. retrasó hasta el 31 de julio el juicio por fraude bancario y fiscal contra Paul Manafort, exjefe de la campaña electoral del presidente estadounidense, Donald Trump, que ha sido imputado como fruto de la investigación sobre la llamada trama rusa.
El primer juicio contra Manafort estaba fijado para el 25 de julio en la corte del distrito este de Virginia, en Alexandria, a las afueras de Washington.
"Hay buenas razones en las dos partes, pero he decido posponer el comienzo de este caso hasta el 31 de julio", dijo durante una vista el magistrado Thomas Selby Ellis III, en respuesta a una petición de la defensa de Manafort, que solicitó más tiempo para revisar nuevos documentos judiciales.
El equipo del fiscal especial Robert Mueller, que investiga los supuestos lazos entre Rusia y miembros de la campaña de Trump, ha aportado 120.000 nuevas páginas a la causa en las últimas semanas.
Entre las nuevas pruebas figuran documentos de la empresa que le hacía la contabilidad a Manafort, así como información extraída de cuatro dispositivos electrónicos de Rick Gates, quien durante años fue la mano derecha de Manafort, pero le traicionó al declararse culpable en la investigación de la trama rusa.
Gates trabajó durante casi tres décadas en la empresa de consultoría política de Manafort y, en 2016, se convirtió en su "número dos" durante la campaña de Trump.
Manafort fue contratado por el equipo de Trump en marzo de 2016, en mayo fue ascendido a estratega jefe y en junio asumió las riendas del operativo electoral hasta su dimisión en agosto, cuando se reveló que estaba siendo investigado en Ucrania por recibir pagos de un partido prorruso.
Según Mueller, Manafort trabajó entre 2006 y 2017 para Gobiernos extranjeros, incluido el Ejecutivo prorruso del expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich (2010-2014) y otros oligarcas rusos, a los que ayudaron a mejorar su imagen en Washington sin comunicárselo a las autoridades de EE.UU., lo que constituye un delito.
Por estas actividades, Manafort obtuvo supuestamente 75 millones de dólares, de los que lavó 30 para ocultar su origen ilícito con la apertura de cuentas bancarias en otros países.
El proceso contra Manafort es producto de la investigación de Mueller sobre la trama rusa, pero no está relacionado con las actividades que desempeñó como jefe de campaña.
Manafort se ha declarado no culpable en los dos procesos judiciales que enfrenta, uno en Washington y otro en Virginia. (EFE)
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