“Allahu Akbar”, gritaba Nathan C., de 22 años, el abatido atacante en la localidad de Villejuif, al sur de París.
El agresor que acabó ayer con la vida de una persona y dejó otros dos heridos en la localidad de Villejuif, al sur de París, los agredió con un cuchillo al grito de "Allahu Akbar" (Dios es grande), anunció este sábado la fiscal de Créteil, Laure Beccuau.
Los primeros testimonios recogidos por las autoridades indican que Nathan C., de 22 años, identificado como el agresor de Villejuif, trató en primer lugar de apuñalar a una persona que se identificó como musulmán. El agresor le pidió entonces que rezara y, cuando lo hizo, lo dejó y apuñaló a otra pareja.
La Fiscalía Antiterrorista sigue sin haber sido solicitada en este caso, que investiga la Fiscalía de Créteil como un crimen común, aunque Beccuau, no descarta que esta situación cambie en los próximos días.
En rueda de prensa, Beccuau explicó que el atacante, abatido por la Policía tras huir del parque familiar en el que apuñaló a varias personas, tenía problemas psiquiátricos por los que era tratado desde los 5 años, según su madre.
El pasado mes de junio había dejado el tratamiento médico.
Además de la tarjeta bancaria que permitió su identificación, el hombre llevaba en una bolsa un Corán, varios documentos salafistas y una carta testamento, según explicó el director adjunto de brigadas centrales de la Policía Judicial, Philippe Bugeaud, razón de más por la que la Fiscalía de Créteil no descarta que la investigación pase a manos de la Fiscalía Nacional Antiterrorista.
Beccuau aseguró que Nathan C., que vivía en París y pasaba parte del tiempo también en casa de sus padres en el mismo barrio, mostró una extrema determinación y violencia en su recorrido y que los problemas psiquiátricos que sufría no bastarían para justificar que el caso no fuera calificado de terrorista. (EFE)
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