El total de casos en el Reino Unido se eleva a más de 2 millones y medio, mientras que el número de fallecimientos alcanza los 74 125, desde que inició la pandemia.
El Reino Unido comunicó este viernes, día de Año Nuevo, otros 53 285 positivos de COVID-19 en el conjunto del país registrados en las últimas veinticuatro horas tras someterse a una prueba de laboratorio.
Según los últimos datos actualizados divulgados por el Ministerio británico de Sanidad, también se notificaron 613 muertes por la enfermedad.
Estas cifras son ligeramente menores que las difundidas este jueves, cuando se llegó al récord diario de infectados por coronavirus desde el inicio de la pandemia (55 892) y se notificaron 964 decesos.
Con los nuevos datos, el total de casos en el Reino Unido se eleva desde el comienzo de la pandemia a 2 542 065, mientras que el número de fallecimientos alcanza los 74 125.
El Reino Unido continúa detectando niveles alarmantes del virus, una situación agravada por la aparición de una nueva cepa todavía más contagiosa y que ha llevado a que desde este jueves haya más áreas en Inglaterra sujetas al máximo nivel de riesgo para contener la pandemia, con restricciones más severas.
Esta crisis amenaza con colapsar los hospitales y ha provocado que los centros de educación secundaria, las universidades y muchos colegios de primaria retrasen hasta el 18 de enero la vuelta a las clases -prevista inicialmente para el próximo lunes- tras las vacaciones de Navidad.
A pesar de las malas noticias, el Reino Unido aguarda esperanzado al próximo día 4, cuando podrá combatir la pandemia con dos vacunas tras el visto bueno dado esta semana al preparado de Oxford y AstraZeneca por parte de los organismos reguladores, después de haber autorizado el compuesto de Pfizer/BioNTech.
Las entidades reguladoras son ahora partidarias de administrar las primeras dosis "al mayor número de personas posibles con la mayor rapidez".
EFE
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